Las 12 Tribus de Israel

Según el Génesis, Abraham engendró a Isaac y éste a Jacob (o Israel) que tuvo doce hijos cuyos nombres fueron, en castellano y de mayor a menor: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín.
 
Las doce tribus de Israel

Estos doce hijos serían posteriormente reconocidos como los patriarcas de donde provienen las doce tribus de Israel entre las que Josué repartió la Tierra Prometida tras el regreso de Egipto. De todas las tribus, la de Leví se dedicó al sacerdocio por mandamiento divino, por lo que no se le asignó tierra.

En cuanto a José, en el reparto de las doce tribus se le dio trato de tribu a los descendientes de sus hijos Efraím y Manasés, debido al deseo manifestado por el anciano Jacob en cuanto a que, pensando que había perdido a José cuando fué vendido como esclavo por sus hermanos, le correspondía por tanto doble porción de su herencia como compensación; es por esto que a Efraím y a Manasés se les otorga tierras entre los doce y no se menciona a alguna tribu de José. No quiere esto decir que la parte de José fuese el doble que la de sus hermanos, porque siendo estrictos los lotes de tierras entregados eran muy desiguales en cuanto a su extensión geográfica, pero es indicativo de que se le concedía una importancia mayor que a los restantes hermanos.

Salomón



Salomón
  Fue el tercer y último rey de todo Israel, incluyendo el reino de Judá.

Construyó el Templo de Jerusalén y fue célebre por su sabiduría, riqueza y poder. Según la Biblia se le considera el hombre más sabio que ha existido en la Tierra. Se le atribuye la autoría del Cantar de los Cantares y también del libro de los Proverbios. Es el protagonista de muchas leyendas posteriores, y se le considera también uno de los maestros de la Cábala.
Salomón fue el segundo de los hijos que tuvieron David y Betsabé. La historia de Salomón se narra en el Primer Libro de los Reyes, 1-11, y en el Segundo Libro de las Crónicas, 1-9.
Sucedió a su padre, David, en el trono de Israel hacia el año 970 aC. Su padre lo eligió como sucesor, a instancias de Betsabé y del profeta Natán, aunque tenía hijos de más edad habidos con otras mujeres. Fue elevado al trono antes de la muerte de su padre, ya que su hermanastro Adonías se había proclamado rey. Adonías fue más tarde ejecutado por orden de Salomón, y el sacerdote Abiatar, partidario suyo, fue depuesto de su cargo, en el que fue sustituido por Sadoc. Del relato bíblico parece deducirse que a la ascensión de Salomón al poder tuvo lugar una purga en los cuadros dirigentes del reino, que fueron sustituidos por personas leales al nuevo rey.

Órdenes de Malta y Teutónica

Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta

La Orden de Malta es un estado no territorial, cuya sede central está en la ciudad de Roma (Italia) y tiene el estatuto de extraterritorialidad (como si fuera una embajada). La Orden de Malta es un estado soberano reconocido internacionalmente.

Escudo de Armas de la Orden de Malta
 También es el nombre que recibieron los caballeros de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén tras su instalación, por parte del rey Carlos I de España, en la isla de Malta en 1530 (la isla de Malta pertenecía al Reino de Sicilia, en posesión de los soberanos de la Corona de Aragón desde el siglo XIII).

La misión de la orden, fundada en Palestina en el siglo XI, fue primero hospitalaria (atención de los hospitales de peregrinos a Jerusalén), pero tomó pronto carácter militar en su lucha contra los musulmanes, en el marco de las Cruzadas. Sus caballeros recibían el tratamiento honorífico de frey antepuesto a su nombre.

Aproximadamente en el año 1048, un grupo de comerciantes de la ciudad italiana de Amalfi se compadecieron de los peregrinos cristianos que acudían a Palestina para visitar los Santos Lugares, y consiguieron de los gobernantes musulmanes el permiso para fundar un hospital (un albergue de peregrinos) en Jerusalén. La piadosa institución fue puesta bajo la advocación de San Juan. En la época de la Primera Cruzada, la institución estaba dirigida por un monje benedictino italiano, conocido como beato Gerardo. Este monje concibe la creación de la orden como una institución encargada del cuidado de los peregrinos. La fundación de la orden data del 15 de febrero de 1113, en la que una bula del papa Pascual II aprueba la fundación de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. El sucesor del beato Gerardo, un caballero provenzal llamado Raimundo del Puy, dota a la orden del carácter militar para defender a los peregrinos que acudían a Jerusalén.

Tuvo su primera sede en Jerusalén, haciéndose cargo en 1142 del impresionante castillo del Krak de los Caballeros, cerca de Trípoli, que convirtieron en una fortaleza inexpugnable. Tras la caída de Jerusalén en manos de Saladino en 1187 (en la que murió el Gran Maestre de la orden), pasó a San Juan de Acre, en donde construyen un gran hospital. Una vez que los cristianos fueron expulsados de Palestina (1291), pasaron al reino de Chipre y de ahí a la isla de Rodas, que conquistaron en 1310. La orden, llamada ahora de San Juan de Jerusalén y Rodas, se convirtió en una potencia naval en el Mediterráneo. Rodas se convirtió en una fortaleza inexpugnable que resistió cinco asedios durísimos. El último, en 1522, dirigido por Solimán el Magnífico, duraría seis meses. Finalmente, la orden tiene que capitular y abandonar la isla. Tras la expulsión, se asentaron brevemente en Sicilia, hasta que el rey Carlos I, con el beneplácito del papa Clemente VII, les cedió las islas de Malta, Gozo y Comino, así como Trípoli, en el norte de África, actual Libia. La orden debía permanecer neutral en las guerras entre naciones cristianas.

En 1798, Napoleón Bonaparte, durante la campaña de Egipto, ocupó la isla, obligando a la orden a abandonarla. En 1800 los ingleses se hicieron con Malta, pero aunque fueron reconocidos los derechos de la orden sobre Malta en el Tratado de Amiens (1802), no pudieron retornar. Después de haber tenido sedes provisionales en Mesina, Catania y Ferrara, la orden se estableció finalmente en Roma en 1834, donde su sede goza del privilegio de la extraterritorialidad.


En 1961, la Santa Sede aprobó unos nuevos estatutos de la orden. En la actualidad, la orden se dedica a tareas benéficas.


La Orden Teutónica

Orden Teutónica (también Orden de los Caballeros Teutones, Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa María de Jerusalén y Caballeros Hospitalarios, en alemán Deutscher Ritterorden). Orden medieval de carácter religioso - militar fundada en Palestina en el año 1190 (Tercera Cruzada) durante el asedio de la fortaleza de San Juan de Acre. En 1198 se convierte en orden militar. Desde el siglo XIX la orden pervive como una organización cristiana de carácter caritativo.

En Tierra Santa, la Orden estaba formada por nobles alemanes y seguía el modelo de la Orden del Temple y de la Orden de San Juan de Jerusalén. Fundada en la fortaleza de San Juan de Acre (Palestina) en el año 1190 durante la Tercera Cruzada tras la toma de Jerusalén por Saladino. Originalmente fue solamente una organización caritativa que ayudaba a los peregrinos cristianos, fue reorganizada como orden militar en 1192 y obtuvo el reconocimiento oficial del papa Inocencio III en 1198.

Un siglo después, en 1291, la toma de Acre por los Mamelucos obliga a los cruzados a retirarse de Tierra Santa, impulsando a la orden a reconsiderar su misión. Derrotados en las Cruzadas, los caballeros de la Orden Teutónica se trasladaron a Transilvania hasta su expulsión en 1225 por el rey Andrés II de Hungría. En ese momento la orden se estableció, ya definitivamente en Prusia creando un Estado de la Orden Teutónica independiente, desde el que lanzaron campañas contra el Reino de Polonia, el Ducado de Lituania y contra otros pueblos no cristianizados, proceso que se conoció como las Cruzadas Bálticas. El Emperador Federico II Hohenstaufen otorgó a los teutones todos los privilegios de los príncipes del Imperio, como el derecho de soberanía sobre los territorios conquistados.


A partir del año 1308 ocuparon el conjunto de Prusia extendiéndose hasta Estonia. Dicha conquista incluía las regiones bálticas de Pomerania, Curlandia, Letonia, Estonia y Dánzig, ciudad ésta que estuvo bajo su yugo hasta 1454. La orden contaba además con posesiones en diferentes puntos del Sacro Imperio Romano Germánico. A finales del siglo XIV, la orden alcanza el apogeo de su poder.
Al darse en Europa la Reforma Protestante, la Orden se convirtió al Luteranismo por medio de su Gran Maestre.


La Orden fue suprimida en la zona meridional del feudo y sus tierras secularizadas para crear el ducado de Prusia en 1525. La Orden pervivió vinculada a los Habsburgo, pero en 1809 Napoleón Bonaparte ordenó su disolución, por lo que perdieron buena parte de sus bienes seculares.
 



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La Sábana Santa de Santiago del Estero

En la ciudad de Santiago del Estero, Argentina, se resguarda desde fines del siglo XVI una réplica de la Sábana Santa. Única en Sudamérica y la más fiel y antigua en el continente.
La Sábana Santa de Santiago del Estero
La Sábana Santa de Santiago del Estero

Sobre la reliquia de Santiago del Estero se conocen documentos y registros en archivos y museos santiagueños desde 1585, cuando llegara a este territorio en manos de la Compañía de Jesús, que la trae consigo para profundizar la mística evangelizadora.

Los jesuitas son introducidos en Argentina por gestión del Obispo Francisco de Vitoria, designado obispo de la Diócesis del Tucumán entre 1585 y 1592, que los convoca para colaborar en la misión pastoral del territorio santiagueño. Este obispo instala la silla episcopal en esta ciudad.

La Sábana Santa

La primera vez que se menciona a la Sábana Santa es en los Evangelios. Mateo (27, 59), Marcos (15, 46) y Lucas (23, 53) nos cuentan que José de Arimatea se hizo cargo del Cadáver de Jesús descolgándolo de la cruz y envolviéndolo en una Sábana limpia cuando lo depositó en un sepulcro nuevo excavado en una roca.


Los Evangelios se escribieron en griego, y en esa lengua la palabra “sábana” se dice Σινδόνη, razón por la que a esta reliquia también se la conoce con el nombre de “Síndone”.
 
La Síndone es lo suficientemente larga como para cubrir un cuerpo humano tanto por delante como por detrás. Los hebreos sepultaban los cadáveres de una forma mucho más compleja, no sólo envueltos en una tela, pero según el relato evangélico al cadáver de Jesús lo ponen en el sepulcro provisionalmente dado que tienen que dejar de trabajar, según la ley judía, antes de que comience el sagrado sábado. Esa es la razón por la que las mujeres acuden el domingo por la mañana con los aromas para terminar de ungir el cadáver, cosa que no podrán hacer porque el Cuerpo del Maestro ya no está en el interior del sepulcro.

Si bien Eusebio de Cesarea, un historiador cristiano del siglo IV, da a entender que la Síndone fue resguardada por los discípulos en la cercana ciudad de Pella para evitar su destrucción ante el asedio de las legiones romanas de Tito, en uno de los evangelios apócrifos, el denominado “Doctrina de Tadeo”, se cuenta la historia del rey Abgar V de Edesa que, según parece, padecía la lepra. Este rey envió una carta a Jesús rogándole que fuese hasta allí para curarle, a lo que Jesús responde que una vez haya consumado Su misión en este mundo enviará a uno de Sus discípulos hasta Edesa en Su nombre. Este relato cuenta, además, que el rey Abgar se curó milagrosamente cuando recibió al discípulo que le llevaba una imagen de Jesús “arquerópita”, es decir, “no elaborada por mano humana”.


Según teorías, ese “retrato”, no era otro que la Sábana Santa doblada de tal forma que sólo mostraba la cara de la enigmática imagen frontal que se puede apreciar claramente en ella. A esto apunta el hecho de que a la tela venerada en Edesa como el verdadero Rostro de Cristo se la conocía, entre otros, con el nombre de “Tetradiplon” (que quiere decir “doblado cuatro veces”, en griego). En textos de siglos posteriores a esa tela se la denomina Mandylión (es decir, “sudario”, en siríaco).

El Mandylión fue venerado en Edesa. No obstante, uno de los hijos de Abgar volvió al paganismo y comenzó una persecución contra los cristianos que motivó que la reliquia fuese escondida. En el año 525 fue hallada y el mismo emperador bizantino Justiniano II envió dinero para construir una catedral donde poder conservarla.


Más tarde, en el año 944, el entonces emperador bizantino Romano I Lecapeno compró el Mandylión a los árabes que dominaban Edesa en ese momento. El 16 de agosto de ese año, el Mandylión fue trasladado solemnemente a Constantinopla y el sacerdote pronuncia un sermón en la catedral de Santa Sofía en el que afirma que le impresiona enormemente contemplar en el Mandylión la herida del costado del Señor. Esto, junto a otros documentos descubiertos en el Monte Athos, confirman que el Mandylión era la Sábana Santa doblada, y que con el traslado se dieron cuenta de que conservaba una impronta de cuerpo entero y no sólo de la cara.

Robert de Clary, cronista de la IV Cruzada, relata en 1204 que en el monasterio de Santa María de Blanquerna se guardaba la Sábana “en la que Nuestro Señor fue envuelto, y cada viernes se izaba toda derecha, y así que se podía ver bien la figura de Nuestro Señor”. Es en este punto donde la historia de la Síndone se conecta con la de la Orden de los Templarios. La Orden fue acusada por la Santa Sede de venerar un extraño rostro de Cristo. En la noche del 6 de octubre de 1307, pocos días antes del ajusticiamiento de los principales dirigentes templarios, un carro abandonó la fortaleza del Temple en las afueras de París. El hombre que lo conducía se protegía con una simple sábana. Los soldados de Felipe IV el Hermoso registraron la carga de heno, pero no encontraron el fabuloso tesoro que supuestamente querían salvar los templarios. Siete años después, en 1314, Jacques de Molay, gran maestre de la Orden del Temple y Godofredo de Charny, su lugarteniente, eran quemados. En 1349, por orden del Papa Clemente V, otro Godofredo de Charny, señor de la ciudad francesa de Lirey y probablemente familiar del caballero templario ajusticiado, expone la Sábana Santa a la veneración de los fieles que visitan la Colegiata. Margarita de Charny, nieta de Godofredo, se la vendió a los Duques de Saboya el 22 de marzo de 1453 y éstos se la llevaron a Chambéry, donde se encontraba su corte.

En la noche del 3 al 4 de diciembre de 1532 se produjo un incendio en la capilla en la que se guardaba la Síndone. La reliquia se encontraba doblada y metida dentro de una doble caja, de madera en el interior y de plata por fuera. Cuando el fuego alcanzó el relicario, una gota de plata fundida penetró en el interior y cayó sobre la tela quemando el tejido y dañando la Sábana para siempre con dieciséis agujeros. La temperatura generada por el fuego tuvo que haber alcanzado los 920 grados necesarios para que la plata se fundiera. El agua arrojada sobre la urna para enfriarla penetró por las rendijas y mojó parte del tejido dejando unas manchas que aún hoy se pueden apreciar. Los agujeros fueron remendados dos años más tarde por las monjas clarisas.

En el año 1576 una epidemia de peste asoló la diócesis de Milán. Por eso, en 1578, trasladaron la Síndone hasta la ciudad piamontesa de Turín, donde se conserva desde entonces. La Síndone sólo ha abandonado Turín, y en secreto, durante la II Guerra Mundial, momento en que fue trasladada por motivos de seguridad al santuario benedictino de Montevergine, en las montañas.

La Sábana Santa fue propiedad de los Duques de Saboya durante más de quinientos años, hasta que en 1983 Humberto II de Saboya, el desterrado rey de Italia, se la regaló a la Santa Sede. El Vaticano ha considerado acertadamente que la reliquia permanezca en la capital piamontesa. En diversas ocasiones la Síndone ha sido expuesta a la veneración pública en lo que se denomina una “ostensión”. Se conservaba en el altar de mármol negro de la capilla de San Juan. Esta capilla fue prácticamente destruida en un nuevo incendio que por segunda vez puso en serio peligro la existencia de la Síndone, en la noche del 11 de abril de 1997. Los bomberos de Turín consiguieron recuperar la reliquia y posteriormente se comprobó que no había sufrido daños.

En la actualidad, la Síndone está conservada en una cápsula de cristal irrompible alimentada con argón, un gas inerte que frena la proliferación de bacterias que podrían dañar la celulosa del tejido. El complejo sistema de conservación está controlado en todo momento por computadora y dispone de ruedas que permiten su traslado.


La Sábana Santa mide 4,42 metros de largo por 1,13 metro de ancho. Está compuesta por dos piezas cosidas a lo largo. Tiene un color parduzco característico y está hecha de lino prácticamente puro entre cuyos hilos se han hallado algunas fibras sueltas de algodón.

En 1898 fue fotografiada por primera vez por Secondo Pia, un abogado turinés aficionado al entonces nuevo arte fotográfico. Él mismo relata que cuando reveló las fotografías en su estudio quedó sobrecogido, porque era en el negativo fotográfico donde se observaba con perfecta nitidez la imagen delantera y trasera de un Hombre de particular belleza cuyo Rostro sereno contrastaba enormemente con las huellas de las torturas a las que, según la Síndone, fue sometido. Pia fue el primer hombre que vio la imagen que la Síndone había mantenido oculta hasta ese momento.
En la Sábana sólo observamos la imagen auténtica en el cliché, lo que convierte a toda la reliquia, inexplicablemente, en un negativo fotográfico en sí.

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Los Caballeros Templarios
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Los Beta Israel (falashas)


Los Beta Israel («Casa de Israel») –conocidos generalmente con el término Falashas (en amárico «exiliados» o «extranjeros») – son los judíos de origen etíope. 

Cerca del 80% de ellos (más de 90.000) viven actualmente en Israel, a donde comenzaron a emigrar a mediados del siglo XX, gracias a la Ley de Retorno de 1950. Su población actual en Etiopía se estima en unos 15.000 individuos.
Fueron reconocidos como descendientes de las tribus perdidas de Israel en 1975, tras la investigación realizada por el Gran Rabino sefardí, Ovadia Yosef. En ese momento Israel les reconoció como judíos auténticos, decidiendo que sólo tenían que pasar por una ligera conversión para ser aceptados como judíos en Israel.
Con el reconocimiento, los Beit Israel consiguieron permiso para poder emigrar a Israel.



Quienes sostienen la teoría de que el Arca de la Alianza se encuentra en Etiopía, los consideran descendientes del cortejo que la trasladó junto con Menelik I, hijo del Rey Salomón y la Reina de Saba.

Israel negoció con el régimen comunista de Etiopía para poder trasladar a los Beit Israel que lo desearan a territorio israelí. A esa operación se la llamó Operación Moisés, intervención que por el colapso del régimen comunista en el poder se complicó más de lo esperado y tuvo que ser alargada con la Operación Josué, y la Operación Salomón.
La primera parte de la Operación comenzó en 1984, y se espera que los últimos Beit Israel que viven en Etiopía puedan emigrar a Israel antes de 2008.



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Las 12 Tribus de Israel

Haile Selassie I (Ras Tafari)


Haile Selassie I

Haile Selassie I, (23 de julio de 1892 – 27 de agosto de 1975), último emperador de Etiopía, pero también es reconocido y predicado como el Dios hecho hombre, el Señor, entre los miembros del movimiento rastafari.

Nacido Tafari Makonnen, hijo del Ras Makonnen Woldemikael Gudessa, gobernador de Harar, y de la Weyziro (Dama) Yeshimebet Ali Abajifar. Descendía de la casa imperial a través de su abuela paterna, la princesa Tenagnework Sahle Selassie, tío del emperador Menelik II.

La emperatriz Zewditu le coronó negus en 1928. Tras la muerte de ésta, fue proclamado y coronado Neguse Negest ze-'Ityopp'ya (Rey de Reyes de Etiopía) el 2 de noviembre de 1930 en un acto al que atendieron representantes de 12 países extranjeros. En 1936 fue expulsado de su país por los invasores de Italia, y se reubicó en Inglaterra. Con el apoyo del Reino Unido logró recuperar su trono en 1941. Después de que un golpe de Estado fracasara en 1960 mientras el estaba en Río de Janeiro en 1974 fue depuesto por otro, esta vez exitoso, golpe marxista. El nuevo hombre fuerte de Etiopía, Mengistu, lo hizo asesinar el 27 de agosto de 1975.


Etiopía


Etiopía
 La República Democrática Federal de Etiopía es un país situado en el Cuerno de África. Es el tercer país más poblado de África después de Nigeria y Egipto.

Único entre los países africanos, Etiopía nunca ha sido colonizada, manteniendo su independencia durante toda la Repartición de África, excepto por un periodo de cinco años (1936-1941), cuando estuvo bajo la ocupación italiana.


Es también la segunda nación más antigua del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial después de Armenia.


Etiopía fue también llamada históricamente Abisinia y Alta Ætiopia.

El nacimiento, al menos mítico, de Etiopía data del romance entre el Rey Salomón de Israel y la Reina de Saba: su hijo Menelik I inaugura una dinastía de emperadores etíopes que se extingue bien entrado el siglo XX. En la parte mejor documentada de la historia, los orígenes de Etiopía como entidad política se remontan al reino de Axum, que ya existía en el siglo II adC. En el siglo IV se introdujo el cristianismo. El poderoso reino empezó a decaer tras la derrota frente a los árabes. Entre los siglos XV y XVI se reconquistó el territorio.

El Arca de la Alianza



 El Arca de la Alianza era un objeto sagrado de la tradición judía, que aparece en la Biblia; y presente igualmente como objeto sagrado en la religión de la Iglesia ortodoxa etíope.

Se trataba de una caja o arca que contenía las dos tablas (los Mandamientos) que, según la Biblia, fueron escritas por Dios mismo y entregadas a Moisés en el Monte Sinaí, la vara florida de Aarón y un vaso de maná. Se guardaba en el Templo de Jerusalén y se llevaba al frente de batalla cada vez que había una guerra. El Arca simboliza la unión de Dios con el pueblo, a ello debe su nombre. Se cree que desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén.
 
Según se detalla en la Biblia, el Arca estaba hecha de madera de acacia negra, revestida por dentro y por fuera con láminas de oro puro. Medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto, o sea 1,31 m de largo por 0,78 m de alto y ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte superior. A ambos lados llevaba fijos cuatro anillos de oro a través de los cuales se insertaban dos pértigas de acacia recubiertas también de oro. Sobre la tapa del cofre o propiciatorio descansaban dos querubines, igualmente dorados. Estos querubines extendían las alas con tendencia a tocarse las puntas de modo que el espacio que quedaba entre las figuras y el propiciatorio forma un triángulo sagrado. Ese espacio abierto se llamaba oráculo mediante el cual se comunicaba Yahve (Dios).

El Arca estaba situada en el sancta sanctorum o lugar más sagrado del tabernáculo o del Templo. Era una manifestación física de la presencia de Dios y fue un medio eficaz para mantener a los judíos lejos de la idolatría. Su transporte y cuidado estaba reservado a la Tribu de los levitas. Abría la marcha durante los años de expedición por el desierto y estaba siempre a la cabeza del pueblo. Al plantar el tabernáculo un velo la separaba del santuario, y al levantar la marcha, los levitas la envolvían en aquel velo. Todo iba envuelto en una piel teñida de azul y en otra de color jacinto.


Tras la destrucción del templo de Salomón, el arca desapareció. Actualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del arca de la alianza. La versión más aceptada es que está guardada en una iglesia de Etiopía. Esta teoría se basa en relatos pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en Etiopía, que indican que el arca de la alianza habría sido trasladada secretamente hacía más de 1000 años.

Cuenta la Biblia que en tiempos de Salomón, la Reina de Saba visitó Jerusalén atraída por la sabiduría de su Rey. La Reina de Saba comenzó a ejercer una irresistible atracción sobre el hijo de David, quien pese a sus riquezas e inteligencia no lograba seducir a la bella soberana. Llegaba la hora de su partida a Saba y Salomón consiguió arrancarle una promesa: que en el caso de que se llevase consigo algún bien preciado del reino, consentiría a cambio yacer con él una sola noche. La víspera del viaje, Salomón ofreció a su invitada una cena de exquisitos manjares. Astutamente ordenó que se sazonaran con abundante sal y picantes especias. Tras los postres, la reina tuvo que beber abundante agua para calmar la sed. ¡Qué bien es el más preciado sino el agua! Rota la promesa, la reina de Saba cumplió y de aquella única unión nació Menelik I, futuro rey de Etiopía.

Relatos indican que años más tarde el joven Menelik fue enviado para recibir educación a casa de su padre en Jerusalén. Pocos años después, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que su hijo se quedara, Menelik regresó a Etiopía.
  La tradición cuenta que, seducido por sus ayudantes, se llevó consigo el Arca.
Permaneció primeramente en un templo en la isla de Elefantina cerca del río Nilo. Luego se relata cómo el Arca de la Alianza habría sido colocada en una especie de tabernáculo en la isla de Tana Cherkos (Tana Kirkos), ubicada en el lago Tana, donde permaneció durante 800 años.

Luego el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el arca a Aksum, siendo finalmente guardada en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión. Según los etíopes, es el lugar en donde hasta hoy en día aún permanece y es cuidada por un sacerdote. Este sacerdote, según sus tradiciones, sería un descendiente de uno de los levitas, quienes ayudaban a trasladar y cuidar el arca en sus viajes. Es la única persona a quien se le permite ver el Arca de la Alianza, al igual que ocurría con los levitas según la tradición judía; es por ello que no se ha podido ratificar su permanencia real en esta iglesia, aunque todas las pruebas arqueológicas indicarían que esta teoría sería auténtica. Entre las variadas pruebas arqueológicas, hay reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del arca, y que pertenecerían al templo de Jerusalén. Esta teoría además se sustenta en que extrañamente el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los 20.000 templos de Etiopía contiene un réplica del Arca de la Alianza.


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El Templo de Jerusalén

El Templo de Jerusalén


El Templo de Jerusalén fue un santuario del pueblo de Israel, situado en la explanada del monte Moria, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad la Cúpula  de La Roca y la mezquita de Al-Aqsa.


Templo de Salomón

El Primer Templo
La construcción del Templo de Salomón se realizó en el siglo X aC (aproximadamente en la década de 960 aC), para sustituir el Tabernáculo que durante siglos, desde el Éxodo, se venía utilizando como lugar de reunión y de culto a Dios.

El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia, era un edificio largo y bastante estrecho. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 30 metros, 10 metros de ancho y una altura de también 10 metros. A ambos lados de su entrada se erigieron dos columnas, llamadas Yajin y Boaz.

Los sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta chapada de oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se encontraba el vestíbulo de entrada, el Ulam. Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia principal, el Heijal o Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. El forjado de piedra se cubrió con un solado de madera de cedro. Las paredes del «Hejal» se cubrieron con láminas de cedro, traídas de las montañas del Líbano, el mismo material de las vigas del forjado.

Los Caballeros Templarios


 Los Caballeros Templarios o La Orden del Temple fue una orden medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. Fue fundada en Jerusalén, en 1118 por nueve caballeros franceses, con Hugo de Payens a la cabeza.

El pontífice Juan VIII, a finales del siglo IX, había declarado que aquellos que murieran en el campo de batalla luchando contra el infiel verían sus pecados perdonados y se equipararían a los mártires por la fe. Existía, pues, un arraigado y exacerbado sentimiento religioso que se manifestaba en las peregrinaciones a lugares santos, habituales en la época. Las tradicionales peregrinaciones a Roma fueron sustituidas paulatinamente a principios del siglo XI por Santiago de Compostela y Jerusalén. Estos nuevos destinos no estaban exentos de peligros, como salteadores de caminos o fuertes tributos de los señores locales, pero el sentimiento religioso unido a la espera de encontrar aventuras y fabulosas riquezas orientales arrastraron a muchos peregrinos, que al volver a Europa relataban sus penalidades.


Martes 13

La idea de hacer este blog se inicia el martes 13 de noviembre de 2007 después de leer en el blog de un amigo su artículo sobre el "martes 13". Cuando lo leí, me acordé inmediatamente de los Caballero Templarios, ya que fue el viernes 13 de octubre de 1307 (hace 700 años y 30 días) en que la orden de los Caballeros Templarios fue entregada a la Santa Inquisición por orden del rey de Francia Felipe IV, arrestándolos simultáneamente esa misma noche.

Condenados a la hoguera, muchos de los caballeros lanzaron diversas maldiciones antes de ser ejecutados. Desde entonces el viernes 13 se considera fecha de mala suerte.
Por eso, mi próxima entrada será sobre la Orden del Temple.