El Despotado de Epiro y el Reino de Tesalónica

El Despotado de Epiro (llamado también Despotado de Arta), surgió en la región de Epiro, actual Grecia, en 1204 tras la caída de Constantinopla en manos de los cruzados y la creación del Imperio Latino de Constantinopla. Existió entre 1205 y 1358.

El fundador del Despotado del Epiro había sido Miguel I Ángel. La familia de los Ángeles del Epiro estaba algo emparentada con los Comnenos y los Ducas. Por ello, el nombre de los déspotas del Epiro va a menudo acompañado del título dinástico Ángel Comneno Ducas, Al principio las posesiones del Despotado del Epiro se extendían desde Dyrrachium, al norte, hasta el golfo de Corinto, al sur, abarcando los territorios del Epiro y las antiguas Acarnania y Etolia. El nuevo Estado tenía su capital en Arta.

Godofredo de Bouillon

Godofredo de Bouillon
Godofredo de Bouillon fue Duque de la Baja Lorena y primer Rey de Jerusalén, hijo de Eustaquio II, Conde de Boloña, y de Ida, hija de Godofredo el Barbudo, duque de la Baja Lorena. Nació probablemente en Boulogne-sur-Mer en 1060 y murió en Jerusalén, el 18 de julio de 1100.

La historia de los primeros años ha sido distorsionada por la leyenda, según la cual mató con sus propias manos al anti-rey Rodolfo de Suabia en la batalla de Moelsen (1080) y fue el primero en entrar en Roma después de que hubiera sido sitiada por Enrique IV (1084). Lo que sí parece seguro es que fue elegido como sucesor de su tío Godofredo el Jorobado, duque de la Baja Lorena, asesinado en 1076. Pero Enrique IV tomó Lorena, dejando a Godofredo solamente el marquesado de Amberes. Como vasallo del Sacro Imperio Romano Germánico, Godofredo apoyó al ejército de Enrique IV en la Guerra de las Investiduras y siguió al emperador en su expedición a Italia contra Gregorio VII (1080-1084). Entretanto se vio obligado a regresar para defender sus posesiones que habían sido atacadas por el Conde de Namur y hacia 1089, Enrique IV le devolvió la herencia de Godofredo el Jorobado nombrándole Duque de la Baja Lorena.

Menelik I

Menelik I es, según el Kebra Nagast, el hijo de Salomón y la Reina de Saba.
Según el Antiguo Testamento, la anónima reina de la tierra de Saba acude a Israel habiendo oído de la gran sabiduría del rey Salomón, llevando regalos de especias, oro y piedras preciosas (1° Reyes 10:1-13,2º Crónicas 9:1-12). El episodio también aparece en el Corán, que tampoco menciona el nombre de la reina; según esta versión, la reina quedó tan impresionada por la sabiduría y las riquezas de Salomón que se convirtió al monoteísmo, entonando una alabanza al dios Yahvé; el rey entonces la recompensó con otorgarle "cualquier cosa que desease" con tal de que la reina volviese a su reino.

Los Concilios Ecuménicos

La Iglesia Católica ha tenido 21 Concilios Ecuménicos, sin contar el de los Apóstoles en Jerusalén.

1- Concilio de Nicea (año 325). Convocado por la autoridad del Papa San Silvestre y bajo la ejecutoria del mismo emperador Constantino. Este Concilio condenó la herejía de Arrio que negaba la divinidad de Jesucristo y su consustancialidad con el Padre.

2- Concilio Primero de Constantinopla (año 381). En tiempo del Papa San Dámaso, se ocupó de las herejías de los mecedonianos, eunomianos o anomeos. Se perfeccionó el símbolo niceno, que por esto lo llamamos el credo "niceno-constantinopolitano".

3- Concilio de Éfeso (año 431). Convocado por el Papa San Celestino I y presidido por el Patriarca Cirilo de Alejandría, ese Concilio condenó la herejía cristológica y mariológica de Nestorio y proclamó la maternidad divina de María, La Theotokos. El símbolo de Efeso precisa que las dos naturalezas, humana y divina de Cristo, están unidas sin confusión y por lo tanto María es verdaderamente “Madre de Dios”.

4- Concilio de Calcedonia (año 451). Bajo la autoridad del Papa San León I el Magno, este Concilio trató de las herejías de quienes negaban a Jesucristo las naturaleza divina o la humana o las confundían.

5- Concilio Segundo de Constantinopla (año 553). Convocado por la autoridad del Papa Virgilio, condenó la herejía de los "tres capítulos", confirmando la doctrina de los concilios anteriores sobre la Trinidad, la divinidad de Jesucristo y maternidad divina de María. Condenó el Monofisismo.

6- Concilio Tercero de Constantinopla (del año 680-681). Con el Papa San Agatón, condenó solemnemente la herejía de quienes admitían en Cristo una sola voluntad (monotelitas).

7- Concilio Segundo de Nicea (año 787) Este Concilio, convocado por la autoridad del Papa Adriano I, afrontó la doctrina de los iconoclastas y definió la legitimidad del culto a las imágenes sagradas.

8- Concilio Cuarto de Constantinopla (869-870). Convocado por el Papa Adriano II en el año 869 duró hasta el siguiente y tuvo como principal tema la condenación del patriarca Focio, autor del cisma oriental.

9-Concilio Primero de Letrán (del año 1123-1124). Convocado por el Papa Calixto II, fue muy accidentado por lo que duró hasta el siguiente año. Celebrado en el tiempo de la lucha de las investiduras, se ocupó de ellas, lo mismo que de la simonía, el celibato y el incesto.

10- Concilio Segundo de Letrán (año 1139). Este Concilio convocado por le Papa Inocencio II, afrontó el delicado asunto de los falsos pontífices, de la simonía, la usura, las falsas penitencias y los falsos sacramentos.

11- Concilio Tercero de Letrán (año 1179). Bajo el Sumo Pontífice Alejandro III, se ocupó nuevamente de condenar la simonía.

12- Concilio Cuarto de Letrán (año 1215). Bajo la autoridad del Papa Inocencio III, este Concilio condenó las herejías de los Albingenses, del Abad Joaquín de Fiori, los Valdenses,etc.

13- Concilio Primero de Lyon (año 1245). Este Concilio en realidad no abordó asuntos dogmáticos, sino problemas morales y disciplinares de la Iglesia.

14- Concilio Segundo de Lyon (año 1274) Convocado por el Papa Gregorio X, trató de unificar la Iglesia griega, separada de Roma desde el cisma oriental.

15- Concilio de Viena (1311-1312). Este Concilio, convocado por Clemente V, se ocupó de los errores de los beguardos y beguins, de Pedro Juan Olivi. Abolió la orden de los Templarios.

16- Concilio de Costanza (año 1417). Fue convocado por el Papa Martín V, sólo se clausuró cuatro años después. Condenó los errores de Wicleff, Juan Hus, etc. Se ocupó también de los asuntos provocados por el cisma de Occidente.

17- Concilio de Florencia (1431). Convocado por Eugenio IV, duró hasta 1445. Logró la unión de los armenios y jacobitas con la Iglesia de Roma.

18- Concilio Quinto de Letrán (año 1512). Convocado por León X, tuvo como tema central la reforma de la Iglesia.

19- Concilio de Trento (año 1545-1563). Este Concilio fue inicialmente convocado por Pablo III para tratar el problema de la escisión de la Iglesia por la reforma protestante. Se ocupó de innumerables temas doctrinales, morales, disciplinares, de acuerdo con la problemática presentada por el protestantismo. El Decreto sobre la justificación, el de los Sacramentos, el de la Eucaristía, el Canon de la Sagradas Escrituras, etc., son entre otros, los más sobresalientes, amén de infinidad de disposiciones disciplinares.

20- Concilio Vaticano Primero. Convocado por el Papa Pío IX en 1869, sesionó hasta Septiembre de 1870, cuando hubo de interrumpirse por la toma de Roma por las tropas de Garibaldi, el 20 de Septiembre. Este Concilio afrontó los temas fundamentales de la fe y constitución de la Iglesia. Como definiciones más famosas, se encuentran la potestad del Romano Pontífice y su infalibilidad cuando habla "ex cathedra".

21- Concilio Vaticano II (1962-1965). Convocado por Juan XXIII, quien lo anunció desde Enero de 1959, tuvo cuatro sesiones, la primera de las cuales presidió, en el otoño de 1962, el mismo Juan XXIII, quien falleció el 3 de Junio de 1963. Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Pontífice Pablo VI.