El Despotado de Epiro y el Reino de Tesalónica

El Despotado de Epiro (llamado también Despotado de Arta), surgió en la región de Epiro, actual Grecia, en 1204 tras la caída de Constantinopla en manos de los cruzados y la creación del Imperio Latino de Constantinopla. Existió entre 1205 y 1358.

El fundador del Despotado del Epiro había sido Miguel I Ángel. La familia de los Ángeles del Epiro estaba algo emparentada con los Comnenos y los Ducas. Por ello, el nombre de los déspotas del Epiro va a menudo acompañado del título dinástico Ángel Comneno Ducas, Al principio las posesiones del Despotado del Epiro se extendían desde Dyrrachium, al norte, hasta el golfo de Corinto, al sur, abarcando los territorios del Epiro y las antiguas Acarnania y Etolia. El nuevo Estado tenía su capital en Arta.


 
Despotado de Epiro en 1204
El despotado no tuvo un gobierno interior muy diferente al que tuviera antes de 1204, cuando el territorio era sólo una parte del Imperio Bizantino. Las formas de gobierno sólo cambiaron de nombre y el pueblo siguió viviendo bajo las instituciones bizantinas. El despotado estaba rodeado por Estados latinos y eslavos, es decir, el Reino de Tesalónica al este, el Imperio Búlgaro al norte y al oeste las posesiones de Venecia, que amenazaban el litoral epirota. El déspota Miguel I se consideraba soberano independiente y no reconocía en modo alguno la superioridad de Teodoro Lascaris, Emperador de Nicea. También la Iglesia del despotado era independiente. Miguel I ordenó que los metropolitanos del despotado invistiesen a los obispos.

La primera tarea que se propuso el Despotado fue mantener el helenismo en el occidente de Grecia, evitando que lo absorbieran los francos y búlgaros vecinos.

Bajo Teodoro Lascaris, Nicea no tuvo conflictos serios con el Epiro. Las circunstancias cambiaron con la exaltación de Juan III al poder. En este momento el trono del Epiro estaba ocupado por Teodoro Angel, que reinaba desde el asesinato de su hermano Miguel. Bajo el reinado del déspota Teodoro se desarrolló la idea de ensanchar las fronteras epirotas a expensas de latinos y búlgaros.

No tardó en presentarse la cuestión del Reino de Tesalónica, cuyo monarca, Bonifacio de Monferrato, había muerto en 1207 en un choque con los búlgaros. El Reino de Tesalónica era una Estado Cruzado fundado después de la Cuarta Cruzada sobre los conquistados territorios bizantinos. Fue vasallo del Imperio latino. El marqués Bonifacio de Montferrato, uno de los líderes de la cruzada, compró los derechos de Venecia sobre Tesalónica, donde se estableció como rey después de no ser elegido emperador del nuevo Imperio latino. Bonifacio extendió su reino hacia el norte para incluir a Macedonia y hacia el sur a Tesalia. Fue sucedido como rey en 1207 por su infante hijo Demetrio, pero querellas internas desgarraron el reino.

Mientras vivió el enérgico Enrique de Flandes, emperador del Imperio Latino de Constantinopla, Tesalónica estuvo protegida por él contra sus enemigos más encarnizados: el Epiro y los búlgaros. Pero al morir Enrique y su sucesor, el nuevo emperador Pedro de Courtenay, Tesalónica no pudo resistir a la política ofensiva de Teodoro Ángel.

Escudo de Armas
 del Reino de Tesalónica
Éste declaró la guerra al Reino latino de Tesalónica, obtuvo una victoria y tomó Tesalónica en 1222, la segunda ciudad del antiguo Imperio Bizantino, capital del reino de su nombre y primer feudo del Imperio Latino de Constantinopla. Con la toma de Tesalónica y el crecimiento del Despotado del Epiro, que ahora llegaba del Adriático al Egeo, Teodoro Ángel entendió que tenía derecho a la corona de emperador de los romanos. Esto equivalía a negar el título a Juan III Vatatzés, recientemente exaltado al trono del Imperio de Nicea. Teodoro del Epiro consideraba que, como representante de las familias de los Ángeles, Comnenos y Ducas, tenía prelación sobre Juan III, hombre de origen poco brillante, sólo llegado al trono por su matrimonio con la hija de Teodoro Lascaris.
El arzobispo independiente de Achrida y de “toda Bulgaria", Demetrio Cómatenos coronó a Teodoro, dándole la santa unción. De este modo el déspota del Epiro, “revistió la púrpura y el calzado rojo” distintivos característicos de los basileos bizantinos.

La proclamación de Teodoro como emperador debía implicar la ruptura política entre Tesalónica y Nicea y la escisión religiosa entre la Iglesia griega occidental y el patriarcado de Nicea, que se llamaba el patriarcado de Constantinopla.

En consecuencia, a partir de 1222, fecha en que fue proclamado el Imperio de Tesalónica, que por el hecho mismo de su constitución renegaba del de Nicea, hubo en el Oriente cristiano tres imperios: los dos griegos de Nicea y Tesalónica y el latino de Constantinopla, más debilitado cada día.

El Despotado de Epiro de 1204 a 1230
En 1230, en la cima de su poder, Teodoro atacó al territorio búlgaro pero sufrió una importante derrota en la batalla de Klokotnitsa, a orillas del río Maritsa (o Evros), y fue hecho prisionero y cegado. Los territorios conquistados por Teodoro a los latinos se sometieron al zar búlgaro. Manuel, hermano de Teodoro, casado con una hija del emperador o zar de Bulgaria Ivan Asen, conservó el poder de Epiro, Etolia, Acarnania y una parte de Tesalia. Ragusa rechazó la soberanía de Epiro en 1232. Serbia lo hizo en 1233 y se alió con Bulgaria.

En 1237, Teodoro fue liberado junto a su hijo Juan. Volvió a sus dominios y, rápidamente, la nobleza se puso a su lado y destituyó a Manuel que huyó a Nicea. Teodoro, restablecido, abdicó en su hijo Juan I. Con todos estos disturbios, Miguel II, hijo del déspota Miguel I, se proclamó Rey de Epiro, Etolia, Acarnania y Corfú, dejando a Juan únicamente los territorios de Tesalia. El exiliado Manuel retornó con soldados prestados por el emperador de Nicea; Manuel y Teodoro el Ciego llegaron a un acuerdo y se estableció un gobierno conjunto entre Juan y Manuel.

El Despotado de Epiro de 1230 a 1251
Nicea encajó muy mal este acuerdo. En 1241 envió tropas a Tesalónica y, en las luchas, fue hecho prisionero Teodoro el Ciego. La costa de Tesalia y Macedonia fue ocupada por los soldados de Nicea mientras que el interior estaba ocupado por Miguel II de Epiro. Los venecianos aprovecharon para apoderarse de Volos y Almiro, ciudades costeras. Imperio de Tesalónica era cada vez menor mientras que el Despotado de Epiro volvía a resurgir. En 1247, Miguel II ocupó Albania hasta Durazzo y la costa de Macedonia que estaban en poder de los búlgaros desde 1230.

En 1248 Nicea buscó la alianza con Miguel. Juan Ducas Vatatzés le propuso el enlace de Nicéforo (hijo de Miguel) con su nieta. Teodoro el Ciego, que había sido liberado y ahora era señor de Vodena, se opuso a esta alianza y consiguió convencer a Miguel de cambiar sus alianzas y ocupar los territorios dominados de Nicea y Tesalia. Miguel II invadió estos territorios y ocupó la costa de Macedonia en 1251.

En 1252, Nicea pasó a la ofensiva y recuperó sus posesiones. Miguel II pidió la paz y firmó el Tratado de Larissa por el que renunciaba a favor de Nicea los territorios griegos occidentales que había tomado a Bulgaria, y Prilep y Croia a Albania; a cambio se le reconocía el título de déspota de Epiro, pero como vasallo del Emperador de Nicea.

Teodoro el Ciego fue hecho prisionero de nuevo en Nicea, donde murió.
Despotdo de Epiro de 1252 a 1315

En 1259 se libró la batalla definitiva: las fuerzas de Miguel II y sus aliados se enfrentaron a un ejército de Nicea enviado por Miguel VIII Paleólogo bajo el mando de su hermano Juan Paleólogo; los ejércitos de Epiro fueron derrotados. Pasaron unos años de tranquilidad, y en 1263 hubo una guerra corta con el emperador por territorios fronterizos al norte de Grecia.

La muerte de Miguel VIII Paleólogo, emperador de Nicea restaurador del Imperio Bizantino con la reconquista de Constantinopla de manos de los latinos, puso fin a las luchas en 1282. En 1290 murió el déspota de Tesalia sin sucesión y sus territorios pasaron a la línea de Epiro, representada por Nicéforo Andrónico.
Este murió en 1296 y fue sucedido por su hijo Tomás, quien se casó en 1304 con Ana Paleólogo, una nieta del emperador Andrónico II de Bizancio. Tomás murió asesinado sin sucesión masculina. Ana Ángel heredó el despotado y, al estar casada con Juan de Orsini de Cefalonia, se inició la dinastía Orsini.

Juan I Orsini murió en 1317 y fue sucedido por su hijo Nicolás. La esposa de Nicolás, Ana Paleólogo, la viuda de Tomás, lo envenenó en 1323, con la esperanza de someter Epiro y Cefalonia al Imperio Bizantino, gobernado por su padre Andrónico II. Pero el príncipe de Acaya, Juan de Gravina, ocupó Cefalonia y la declaró feudo de Acaya, instalando en el trono como vasallo a Nicéforo I, hijo de Ana y Nicolás; en la zona continental, Juan II Orsini, hermano de Nicolás, fue reconocido por los señores. Juan II siguió la misma suerte que Nicolás y murió también asesinado por su esposa griega. Su hijo menor de edad, Nicéforo II, fue proclamado y Ana ejerció la regencia estableciendo una fuerte alianza con el Imperio Bizantino. En 1336, Ana entregó el poder a Bizancio. Juan Ángel fue designado gobernador o déspota vasallo de Bizancio.

En 1340, Niceforo II, al ver que todo estaba perdido, se sometió al emperador, renunciando a sus derechos y contrayendo matrimonio con María, hija del influyente Juan Catacuzeno, estableciéndose en Constantinopla. Los años siguientes, Epiro pasó a manos del rey de Serbia, Esteban Dushan. En 1355, a la muerte de Dushan, las tribus albanesas sometidas quedaron libres. Nicéforo II regresó a Epiro y fue reconocido déspota. En 1358 murió en un combate contra los serbios y el jefe albanés Carlos Thopia se hizo amo de la región, dando fin al despotado.




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