La Mezquita de Solimán



Mezquita de Solimán (exterior)
La Mezquita de Solimán es una de las principales mezquitas de Estambul, proyectada entre 1550 y 1557 por el arquitecto Sinan bajo el auspicio de Solimán el Magnífico. Es la mayor obra realizada por este arquitecto, y para muchos entendidos la más perfecta.

El espacio de oración está precedido por un patio al que se accede a través de un imponente pórtico. A su vez, el patio está cercado por arquerías de soportales sostenidos sobre columnas de pórfido, mármol y granito, cubiertos por 28 cupulillas. En las esquinas ascienden cuatro minaretes que incorporan diez balcones: el número de minaretes indica que Solimán fue el cuarto sultán de Estambul, y el número de balcones especifican que fue el décimo rey otomano. La mezquita propiamente dicha, inspirada en el edificio de Santa Sofía, consta de una planta casi cuadrada cubierta por una gran cúpula que se apoya sobre pechinas, arcos torales y columnas. Para descargar los empujes laterales de esta estructura se incorporan dos medias cúpulas en los extremos septentrional y meridional, y dos arcos en los extremos oriental y occidental.

La Mezquita Azul



Mezquita Azul
 La Mezquita Azul, en Estambul, es una de las principales mezquitas de la ciudad, construida entre 1609 y 1616 por el sultán Ahmed I, que encargó la obra al arquitecto Mehmet Aga, un discípulo de Mimar Sinan. Se conoce con el nombre de Mezquita Azul por la tonalidad de los azulejos que decoran su interior.

La mezquita está rodeada por un muro calado, precedido por un patio, construido mediante arcadas cubiertas con cúpulas. El patio cuenta con tres portadas, repartidas en sus laterales, y se remata con dos alminares (o torres) sobre las esquinas exteriores.

El Califato

El Califato era el territorio bajo jurisdicción del califa, considerado dirigente supremo de la comunidad musulmana y sucesor del profeta Mahoma. Bajo Mahoma, el Estado musulmán era una teocracia que tenía como base jurídica la Sharia, conjunto legislativo fundamentado en los principios religiosos y morales del Islam. Los califas, sucesores de Mahoma, eran jefes seculares y religiosos. Sin embargo, no tenían poder para formular dogma alguno, porque se pensaba que la revelación divina fue manifestada en su totalidad a través del profeta.

Los suníes (seguidores de la Sunna, cuerpo de la ley islámica basada en los ejemplos del profeta), que constituyen el grupo más numeroso del mundo musulmán, conceptúan el periodo de los cuatro primeros califas como la edad de oro del Islam. Sin embargo, otros grupos como los chiitas consideran este periodo de forma diferente. Esta distinta valoración del califato ha producido duros enfrentamientos a lo largo del tiempo entre chiitas y suníes. La cuestión del califato ha suscitado en la historia islámica más discordia que cualquier otro artículo de fe.

Kemal Atatürk


Kemal Atatürk
 Mustafá Kemal o Kemal Atatürk (1881-1938), militar turco, líder nacionalista y estadista, fundador de la república de Turquía y su primer presidente (1923-1938). En 1934, la Gran Asamblea turca le concedió el nombre de Atatürk (Padre Turco) como tributo a su extraordinario servicio a la nación. Atatürk nació el 12 de marzo de 1881, en Salónica (actualmente Tesalónica, en Grecia), hijo de un suboficial convertido en comerciante de madera. Cuando tenía doce años, fue a las escuelas militares de Salónica y Monastir, centros nacionalistas griegos y eslavos antiturcos. En 1899 asistió a la academia militar de Estambul, donde se graduó como capitán de Estado Mayor en enero de 1905.

Debido a sus actividades en el movimiento secreto Jóvenes Turcos contra el gobierno autocrático del Imperio otomano, del que Turquía formaba parte fundamental, Atatürk fue destinado a Siria, en un exilio virtual. Allí fundó la sociedad secreta Patria y Libertad (1906). Destinado a Salónica al año siguiente, reunió el Comité de Unión y Progreso (CUP) que llevó a cabo la revolución de los Jóvenes Turcos en julio de 1908. Sin embargo, no formó parte del círculo interno del CUP y por tanto no desempeñó ningún papel en la revolución.

Solimán I el Magnífico

Solimán I el Magnífico (1494-1566), sultán otomano (1520-1566), durante su reinado el Imperio otomano alcanzó su cenit de poder y esplendor.

Nacido el 6 de noviembre de 1494, en Trebisonda (la actual ciudad turca de Trabzon), era hijo del sultán Selim I. En 1521, un año después de comenzar su reinado tras suceder a su padre, Solimán I extendió el Imperio hasta territorio húngaro y capturó la ciudad de Belgrado (actualmente en Serbia). Al año siguiente expulsó a la orden militar y religiosa de los Caballeros de San Juan de Jerusalén de la isla egea de Rodas. En 1526 de nuevo invadió Hungría y el 29 de agosto de ese año venció en la batalla de Mohács a las tropas del rey húngaro Luis II, quien pereció en el combate. Regresó a Hungría en 1529 para defender los derechos regios de Juan I Zápolya, el cual aunque había sido elegido rey por la nobleza húngara, mantenía una lucha por el trono con el archiduque austriaco Fernando de Habsburgo (futuro emperador Fernando I). Seguidamente, Solimán inició el sitio de Viena en septiembre de ese año. No tuvo éxito y se retiró al mes siguiente, limitando de este modo el alcance de su invasión europea, especialmente cuando años después llegó a un acuerdo con el archiduque Fernando y con el hermano de éste, el emperador Carlos V.


Mehmet II el Conquistador


Mehmet II el Conquistador
 Mehmet II el Conquistador (1432-1481), sultán otomano de Turquía (1444-1446 y 1451-1481), quien tomó la ciudad bizantina de Constantinopla convirtiéndola en su capital. Mehmet reinó temporalmente al retirarse su padre, Murat II, durante la década de 1440. Cuando obtuvo el poder absoluto después de la muerte de Murat (1451), hizo de la conquista de Constantinopla su primer objetivo. Después de aislar a los bizantinos asegurándose la neutralidad de Venecia y de Hungría, Mehmet tomó la ciudad en 1453, destruyendo de este modo los últimos restos del Imperio Bizantino.

Durante los años siguientes reconstruyó Constantinopla, convirtiendo muchas de las iglesias cristianas en mezquitas y repoblándola con colonos de otras partes del imperio. Al mismo tiempo extendió el dominio otomano a Grecia, Serbia, Bosnia y Albania, y a la mayoría de los territorios que rodean el mar Negro. Mehmet II también codificó la legislación otomana, y fundó una escuela para formar oficiales para el servicio del Estado.


Sitio y Conquista de Constantinopla
En 1452 Mehmet puso en marcha su antiguo plan de sitiar y conquistar Constantinopla. Construyó una fortaleza en el verano de 1452 a las orillas del Bósforo, llamada Rumeli Hisari. Con esta nueva fortaleza aislaría e impediría por completo la entrada de suministros a la ciudad de Constantinopla.


El Imperio Otomano

El Imperio Otomano duró aproximadamente desde 1300 hasta 1922, y en su mayor extensión territorial abarcó tres continentes, desde Hungría al norte hasta Adén al sur, y desde Argelia al oeste hasta la frontera iraní al este, aunque su centro de poder se encontraba en la región de la actual Turquía. A través del Estado vasallo del kanato de Crimea, el poder otomano también se expandió por Ucrania y por el sur de Rusia.

Su nombre deriva de su fundador, el guerrero musulmán turco Osmán (o Utmán I Gazi), que estableció la dinastía que rigió el Imperio durante su historia (también llamada dinastía Osmanlí).


Expansión
El primer Estado otomano era un pequeño principado al noroeste de Anatolia, uno de los muchos insignificantes estados que surgieron tras el hundimiento del anterior Sultanato Selyúcida de Rum.


El Imperio Bizantino: Decadencia, caída y legado

El Imperio Bizantino (llamado también Imperio Romano de Oriente) fue un imperio cristiano medieval de cultura griega cuya capital estaba en Constantinopla o Bizancio (actual Estambul).

Los orígenes del Imperio Bizantino se remontan a la etapa final del Imperio Romano. Inicialmente abarcaba todo el Mediterráneo oriental, pero con el tiempo fue sufriendo importantes reducciones territoriales.

Pese a la ruptura religiosa peroducida durante el Gran Cisma de Oriente y Occidente, el emperador Alejo I Comneno pidió en 1095 ayuda al papa Urbano II para luchar contra la dinastía turca de los Selyúcidas. El occidente europeo respondió con la Primera Cruzada.

Aunque en un primer momento el Imperio se benefició de las Cruzadas, recuperando algunos territorios en Asia Menor, éstas precipitaron su decadencia. Las ciudades mercantiles italianas recibieron especiales privilegios comerciales en territorio bizantino, controlando así gran parte del comercio y de la riqueza del Imperio. Éste experimentó cierta prosperidad en el siglo XII, pero su poder político y militar se desvaneció. Los cruzados, aliados con la república de Venecia, sacaron provecho de las luchas intestinas en Constantinopla para apoderarse y saquear la ciudad en 1204, estableciendo el denominado Imperio Latino de Constantinopla. Surgieron núcleos de resistencia bizantina en Epiro (noroeste de Grecia), Trebisonda (la actual Trabzon, en Turquía), y de forma especial en la ciudad y región de Nicea (hoy Iznik, también en Turquía). El emperador Miguel VIII Paleólogo recuperó Constantinopla de manos de los latinos en 1261 y fundó la dinastía de los Paleólogo, que gobernó hasta 1453.


Aníbal

Aníbal Barca, conocido generalmente como Aníbal o Hanibal, nació en 247 a.C. en Cartago y falleció en 183 a.C. en Bitinia (cerca de la actual Bursa, en Turquía); fue un general y estadista cartaginés considerado por muchos uno de los más grandes tácticos militares de la historia.


Aníbal
 Hijo de Amílcar Barca, quien, según la leyenda, le hizo jurar odio eterno a los romanos ante los dioses. Tras la muerte de su padre (229 a.C.) y el asesinato de su cuñado Asdrúbal (221 a.C.), Aníbal asumió la jefatura del ejército cartaginés, que ya entonces controlaba el sur de Hispania. Desde su base de Cartago Nova (la actual Cartagena), realizó varias expediciones hacia el altiplano central y sometió a diversas tribus iberas.
En el 219 a.C. destruyó Sagunto, ciudad aliada de Roma, y traspuso el Ebro, río en que, siete años antes, cartagineses y romanos habían fijado el límite de sus respectivas influencias en territorio peninsular; esta acción significó el inicio de la Segunda Guerra Púnica (219-202 a.C.).


Las Guerras Púnicas

La Guerras Púnicas son una serie de conflictos bélicos que enfrentaron a Roma y Cartago en los siglos III y II a.C. El adjetivo púnico (del latín, punicus) se deriva de poeni, el nombre con el que los romanos conocían a los cartagineses de descendencia fenicia. La causa de las guerras fue el dominio del mar Mediterráneo y Roma fue la vencedora en las tres.

Primera Guerra Púnica

Roma y Cartago (durante la Primera Guerra Púnica)
La primera Guerra Púnica (264-241 a.C.) se debió a la rivalidad política y económica entre los dos poderes. Se inició cuando un grupo de soldados mercenarios (mamertinos) de Campania cercados en la ciudad siciliana de Messina (Mesina), solicitaron ayuda a Roma y Cartago contra Hierón II de Siracusa. Cartago ya controlaba parte de Sicilia; los romanos respondieron a esa petición con la intención de expulsar a los cartagineses de la isla.


Cartago

Cartago fue una importante ciudad de la Antigüedad, fundada por los mercaderes fenicios procedentes de Tiro en un enclave costero del norte de África, cerca de la actual ciudad de Túnez. Su fundación tuvo lugar aproximadamente en el siglo IX a. C. con el nombre de Qart Hadasht.

Era una escala ideal para las líneas comerciales fenicias que abarcaban todo el Mediterráneo y aún más allá de lo que los griegos conocieron como "Las Columnas de Hércules" hoy conocido como estrecho de Gibraltar.

Según la leyenda, la reina Dido (o Elisa) encabezó una expedición que desde Tiro llegó a las costas tunecinas para establecerse. Dido solicitó al rey local tierras para fundar una ciudad y el rey, reacio a la intrusión, le concedió lo que ocupara una piel de toro. Dido era una mujer ingeniosa y cortó la piel en finísimas tiras con las que abarcó una gran extensión. La leyenda nos damos cuenta de la razón de ser que los cartagineses: la astucia, el engaño en la transacción que es la madre del comercio, virtudes que los púnicos (así conocían los romanos a los cartagineses ya que eran fenicios) consideraban señas de identidad nacionales.


La República Romana

Fundada hacia el año 753 a. C., Roma fue ampliando su territorio inicial hasta convertirse en la capital del imperio más extenso de la Antigüedad. Durante la época republicana se configuraron los elementos esenciales de la civilización romana, caracterizada por el sentido práctico y la capacidad para asimilar influencias culturales externas, principalmente las provenientes del legado griego.

Ubicada a poca distancia de la desembocadura del río Tíber, en el centro de Italia, Roma fue inicialmente un conjunto de aldeas situadas sobre siete colinas. En el año 753 a. C., los etruscos, un pueblo procedente de Asia Menor y establecido en el centro de la península Itálica, fundaron en ese emplazamiento la ciudad de Roma.
Los reyes etruscos gobernaron la ciudad hasta el año 509 a. C., cuando los latinos depusieron al rey Tarquino el Soberbio y fundaron la República.

La República fue un sistema de gobierno democrático regido y perpetuado por la aristocracia. Durante esta etapa de su historia, Roma experimentó un extraordinario crecimiento territorial, cultural y económico.

La Cúpula de la Roca

La Cúpula de la Roca es un templo islámico situado en Jerusalén, en el centro de la Explanada de las Mezquitas. Fue construido entre los años 687 y 691 por el noveno califa, Abd al-Malik. También se le conoce como la mezquita de Umar (aunque en realidad no es una mezquita en uso) debido a que es el lugar donde el segundo califa Umar rezó tras la conquista de Jerusalén por parte de los musulmanes. Los musulmanes consideran además que éste fue el lugar donde Mahoma subió al cielo.

La Cúpula de la Roca
Los musulmanes creen que la roca que se encuentra en el centro de la Cúpula es el punto desde el cual Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Alá, acompañado por el ángel Gabriel. Es un lugar sagrado para los musulmanes.

Los judíos afirman que ese lugar fue donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac por orden de Yahveh, donde Jacob vio la escalera al cielo, y donde se encuentra el corazón del Templo de Jerusalén. Otras tradiciones judías dicen que es el punto donde se puso la primera piedra para construir el mundo. El Islam recoge también la tradición del sacrificio de Abraham, aunque en la tradición islámica el hijo no era Isaac sino el primogénito, Ismael.

La Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo es un lugar sagrado ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén.


Carlomagno



Carlos I el Grande, llamado Carlomagno, nació probablemente el 2 de abril de 742 y murió el 28 de enero de 814. Fue Rey de los Francos (768 – 814), rey nominal de los lombardos (774 – 814) y Emperador de Occidente (800 – 814).


Carlomagno
 El sitio exacto de su nacimiento se desconoce, pero es muy probable que fuera en algún lugar de Renania. Era hijo natural de Pipino el Breve. Bertrada de Laon, su madre, a quien Pipino el Breve hizo luego su esposa oficial legitimando así a Carlomagno, lo educó en la práctica de la misericordia cristiana. Fue nieto de Carlos Martel, quien inició una ambiciosa política de expansión territorial, que lo enfrentó a germanos, bizantinos y musulmanes.

En un intento por restaurar el antiguo Imperio Romano de Occidente, Carlomagno se hizo proclamar emperador por el papa León III el día de Navidad del año 800 en la iglesia de San Pedro, en Roma.


Los Reinos Francos y el Imperio Carolingio

Hacia el año 250, un grupo de francos, aprovechándose de la debilidad del Imperio Romano, llegó hasta Tarragona (en la actual España), ocupando esta región durante una década antes de que las fuerzas romanas los doblegaran y expulsaran de territorio romano. Unos cuarenta años después, los francos tomaron el control de la región del río Escalda (actual Bélgica), interfiriendo en las rutas marítimas de Bretaña. Los romanos pacificaron la región, pero no expulsaron a los francos.

Los francos eran una tribu procedente de Baja Renania y de los territorios situados inmediatamente al este (Westfalia).

Entre los años 355 y 358, el emperador Juliano se encontró con las vías fluviales del Rin bajo el control de los francos, y una vez más volvió a pacificarlos. Roma les concedió una parte considerable de la Gallia Belgica, momento a partir del cual pasaron a ser foederati del Imperio Romano. De este modo, los francos se convirtieron en el primer pueblo germánico que se asentó de manera permanente dentro de territorio romano.

A pesar de ser aliados de Roma, desde la década de 420, los francos aprovecharon la decadencia de la autoridad romana sobre la Galia, para extenderse al sur, de manera que fueron conquistando gradualmente la mayor parte de la Galia romana al norte del río Loira y al este de la Aquitania visigoda.

Lo poco que se sabe acerca de los reinos de los primeros jefes francos, Faramond (aproximadamente entre 419 y 427) y Clodión (aproximadamente entre 427 y 447), parece tener más de mito que de realidad, y su relación con la dinastía de los merovingios permanece poco clara. Se menciona a Clodión como el primer rey que inició la conquista de la Galia. Se identifica sin demasiada seguridad a Meroveo como el rey de los francos, epónimo de la dinastía y posible hijo de Clodión. Meroveo fue sucedido en el trono por Childerico I.
Clodoveo I, hijo de Childerico I, comenzó una política de expansión de su autoridad sobre las otras tribus francas y de ampliación de su territorio al sur y oeste de la Galia. Así, comenzó una campaña militar con la intención de consolidar los varios reinos francos en la Galia y Renania, dentro de la cual se enmarca la derrota de Siagrio en 486. Esta victoria supuso el fin del control romano en la región de París.

Los Reinos Francos, año 511 dC
La conversión de Clodoveo al cristianismo en 493, pudo haber ayudado a acercarlo al Papa y a otros soberanos cristianos ortodoxos. La conversión de Clodoveo supuso la conversión del resto de los francos. Al profesar la misma fe que sus vecinos católicos, los recientemente cristianizados francos encontraron mucho más fácilmente la aceptación por parte de la población local galo-romana que los arrios, los visigodos, los vándalos o los burgundios. De esta forma, los merovingios dieron lugar a la que con el tiempo sería la dinastía de reyes más estable de Occidente.

El área franca se expandió aún más bajo el reinado de los hijos de Clodoveo, llegando a cubrir la mayor parte de la actual Francia (con la expulsión de los visigodos), pero incluyendo también zonas al este del río Rin, tales como Alamannia (el actual sudoeste de Alemania) y Turingia (desde 531); Sajonia, en cambio, permaneció fuera de las fronteras francas hasta ser conquistada por Carlomagno siglos más tarde.
A su muerte en 511, repartió el reino entre sus cuatro hijos, hasta que su hijo Clotario I reunió temporalmente los reinos, tras él, los territorios francos volvieron a dividirse en 561 en Neustria, Austrasia y Borgoña.
En cada reino franco, el mayordomo de palacio ejercía las funciones de jefe de estado. Los reinados de Clodoveo IV y Childeberto III entre 691 y 711 tuvieron todas las características de los de los rois fainéants (reyes holgazanes).

Reinos Francos, año 714 dC
Cuando Pipino de Heristal, mayordomo de palacio, murió en 714, el reino se hundió en una guerra civil y los duques de las provincias periféricas se desvincularon de la influencia de los pipínidas. El sucesor designado de Pipino en la Mayordomía de Palacio fue Teudoaldo. Pronto apareció otro candidato a la mayordomía de Austrasia: el hijo adulto e ilegítimo de Pipino de Heristal, Carlos Martel. Finalmente, en la batalla de Soissons (718), Carlos derrotó a sus rivales y los forzó definitivamente a resignar todos sus cargos, aceptando el eventual regreso del rey Chilperico a condición de que el propio Carlos recibiera las dignidades de su padre Pipino como mayordomo de todos los reinos. No hubo más reyes merovingios que ejercieran como tales después de este punto, y Carlos y sus herederos, los Carolingios, gobernaron a los francos, pero no como reyes.

Después de 718, Carlos Martel emprendió una serie de guerras para consolidar la hegemonía de los francos en Europa occidental.
Poco antes su muerte en octubre de 741, Carlos Martel dividió el reino como si él fuera rey entre dos de sus hijos. La división del reino dio Austrasia, Alemannia, y Thuringia a Carloman y Neustria, Provenza, y Borgoña a Pipino. Éste, logró destronar a su rey merovingio Childerico III en 751, y fue reconocido rey de los francos con apoyo del Papa Zacarías, y posteriormente ungido como rey por el Papa Esteban II en 754. Así, aunque Pipino fue rey electo, aseguró su legitimidad divina a través del Papa.

Pipino repartió el reino a su muerte en 768, entre sus hijos Carlos y Carlomán. Éste se retiró a un monasterio y murió poco tiempo después, dejando a su hermano como único rey, quién pasaría más tarde a ser conocido como Carlomagno. Era un personaje poderoso, inteligente y relativamente culto, que se convertiría en una leyenda para la historia posterior tanto de Francia como de Alemania. Carlomagno restableció un equilibrio de poder entre el emperador y el papa.


Carlomagno
A partir del año 772, Carlomagno emprendió una larga guerra en la que conquistó y derrotó a los sajones para incorporar sus territorios al Imperio Franco. Esto expandió el Imperio Franco hacia el este, hasta el río Elba, algo que el Imperio Romano sólo intentó una vez, y en lo que falló en la batalla del Bosque de Teutoburgo (año 9 d.C.). Para poder cristianizar con más efectividad a los sajones, Carlomagno fundó varias diócesis, entre las que se cuentan las de Bremen, Münster, Paderborn y Osnabrück. Al mismo tiempo (773 - 774), Carlomagno conquistó a los lombardos, incluyendo de esta manera el norte de Italia en su esfera de influencia. En el 788, incorporó Baviera a su reino. Hasta el 796, Carlomagno continuó expandiendo su reino todavía más hacia el sureste, hasta la actual Austria y a partes de Croacia. De esta manera, Carlomagno creó un reino que alcanzaba desde los Pirineos al suroeste, pasando por casi toda la Francia moderna (a excepción de Bretaña, que nunca fue conquistada por los francos), y al este la mayor parte de la actual Alemania, incluyendo el norte de Italia y la actual Austria.

El Imperio Carolingio
El día de Navidad de 800, el papa León III coronó a Carlomagno como “Emperador que gobierna el Imperio Romano”, en Roma, en una ceremonia presentada como inesperada, puesto que Carlomagno no deseaba encontrarse en deuda con el obispo de Roma, y a su hijo Carlos el Joven como rey de los francos. Esto originó una serie de disputas con los bizantinos por el nombre de Imperio Romano. Tras una primera protesta por la usurpación, en 812, el emperador bizantino Miguel I Rangabé reconoció a Carlomagno como “emperador” (basileus), pero no como “emperador de los romanos”, título que se reservó el bizantino como el verdadero sucesor de los emperadores romanos. La coronación sirvió para dar una legitimidad permanente a la primacía carolingia entre los francos.
Tras la muerte de Carlomagno el 28 de enero de 814 en Aquisgrán, fue enterrado en su Capilla Palatina.

Reparto del Imperio Carolingio, años 843 y 870 dC
Carlomagno tuvo varios hijos, pero sólo uno le sobrevivió. Fue Luis el Piadoso, quien sucedió a su padre al frente del imperio unificado. Tras tres guerras civiles, Luis murió en 840, y sus tres hijos supervivientes decidieron repartirse el territorio en el tratado de Verdún, en 843:

1. El hijo mayor (de los que sobrevivieron) de Luis, Lotario I emperador desde el año 817, le correspondió los francos centrales con las capitales imperiales Aquisgrán y Roma. A su vez, sus hijos se dividieron este imperio en Lotaringia, Burgundia e Italia (septentrional). Estas zonas desaparecerían más tarde, integrándose en el Imperio germánico.

2. El segundo hijo de Luis, Luis el Germánico, pasó a ser rey de los francos del este. Esta zona sería el origen de lo que más tarde fue el Sacro Imperio Romano Germánico, que con el tiempo llegó a ser, aproximadamente, la actual Alemania.

3. Su tercer hijo, Carlos el Calvo, pasó a ser rey de los francos del oeste. La zona que ocupó llegaría a ser la actual Francia.

El reino de Carlomagno sobrevivió a su fundador y se extendió por gran parte de la Europa occidental, sin embargo, sus sucesores se mostraron incapaces de mantenerlo.

El 12 de diciembre de 884, tras una serie de fallecimientos, el emperador Carlos III el Gordo reunió la mayor parte del Imperio Carolingio, sólo Bosón de Provenza resistía como rey en Vienne.
A finales de 887, su sobrino, Arnulfo de Carintia se sublevó y se hizo con el título de rey de los francos del este (actual Alemania). Carlos se retiró y murió poco después, el 13 de enero de 888. Italia, y las dos Borgoñas tuvieron reyes propios. En la Francia occidental, Odón, conde de París fue elegido rey y fue coronado al mes siguiente, pero en Aquitania Ranulfo se proclamó rey. Diez años más tarde, los carolingios recuperaron el poder en Francia, donde gobernaron hasta 987, año de la muerte del último rey de la dinastía carolingia Luis V.

Otón I, hijo de Enrique I el Pajarero, duque de Sajonia y rey de Germania, en 929 ya fue asociado al trono por su padre para facilitar así la sucesión. A la muerte de Enrique I, fue ungido y coronado en Aquisgrán en 936 con el título carolingio de Rex et sacerdos. Tuvo la vocación de restaurar el imperio de Carlomagno (Imperio Carolingio) y es el primer representante del Sacro Imperio Romano Germánico.

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El Sacro Imperio Romano Germánico
Apogeo y caída del Imperio Romano

Palestina en tiempos de Jesús: culto

Para Israel, la ciudad de Jerusalén y el Templo lo eran todo, y no sólo en el aspecto religioso sino también en el social y el económico.

El Templo de Jerusalén

El centro del culto de la nación judía lo constituía principalmente el Templo.
El Templo primitivo fue construido por Salomón y destruido por Nabuconodosor en 588 a.C.; luego reconstruido por Zorobabel, a la vuelta del cautiverio de Babilonia, en el mismo sitio del anterior. Este segundo templo fue agrandado y embellecido por Herodes.

En el Templo se celebraba un culto diario, consistente en dos sacrificios de animales, el de la mañana y el de la tarde. Pero los momentos de esplendor del culto eran las grandes fiestas religiosas judías, especialmente Pascua, Pentecostés y los Tabernáculos, a las que todos los judíos a partir de los trece años tenían que acudir en peregrinación. En esas ocasiones, Jerusalén, que tenía en aquella época de 25.000 a 30.000 habitantes, veía enormemente multiplicada su población. (La población judía de Palestina era en torno al medio millón.)


Palestina en tiempos de Jesús: sociedad

En la época de Jesús, el pueblo judío estaba sometido al poder romano que ejercía su dominio a través de su procurador o gobernador. Las autoridades romanas exigían tributos personales y territoriales para el César, y aportes en especie para el mantenimiento de sus tropas de ocupación.

Existían diferentes clases sociales:
Clase alta: Sumos sacerdotes, Jefes romanos, grandes terratenientes, ricos comerciantes, jefes de recaudadores de impuestos.
Clase media: Artesanos, recaudadores, maestros de la ley, sacerdotes.
Clase baja: Pueblo (campesinos, pescadores, pastores) enfermos pobres, esclavos, leprosos.
Entre los grupos dominantes, se encontraban:



Palestina en tiempos de Jesús: gobierno

Tras la muerte del rey Herodes I el Grande en el año 4 a.C., su testamento debía ser confirmado por el Emperador en Roma. Augusto intervino directamente como su albacea confirmando el reparto territorial del reino de Palestina entre sus hijos: Arquelao como etnarca de Judea y Samaria (4 a.C.-6 d.C.); Herodes Antipas como tetrarca de Galilea y Perea (4 a.C.-39 d.C.), y Herodes Filipo como tetrarca de Iturea y Galaunítida (4 a.C.-34 d.C.).

Asimismo, también se presentaron ante el emperador los principales dignatarios de los judíos, quienes se expresaron en contra de Arquelao, porque no querían que fuese nombrado rey y además porque planteaban la disolución de la Monarquía Herodiana.

A partir del año 4 a.C., Roma intervenía nuevamente en Palestina, confirmando uno de los tantos repartos de territoriales establecidos en los testamentos de Herodes I el Grande. En la práctica dividió el territorio palestino en tres jurisdicciones político-administrativas que dependían de un tetrarca nombrado por ella, y seguía manteniendo el Régimen del Protectorado. Estos nuevos representantes del poder romano debían conformar su política interior y exterior de acuerdo con los intereses de Roma, recaudar los tributos y mantener la paz y el orden dentro de toda su tetrarquía.


Palestina en tiempos de Jesús: territorio

Palestina es uno de los nombres que ha recibido la región histórica del Oriente Próximo situada entre el Mar Mediterráneo y el Río Jordán, donde actualmente se ubica el Estado de Israel y los Territorios Palestinos. Es el nombre con el que se designó a la antigua tierra de Canaán o del antiguo Reino de Israel a partir de la revuelta judía (132-135 d.C.) en que la antigua Judea, que formaba parte de la provincia romana de Siria, pasó a denominarse Siria-Palestina o simplemente Palestina.

La región limita con Egipto al sur, con el Líbano y Siria al norte, con Jordania al Este y con el Mar Mediterráneo al oeste.

Palestina, cuna de civilizaciones y de religiones, encrucijada de caminos, es la Tierra Santa de cristianos, judíos y musulmanes. Históricamente ha sido un país de conflictos religiosos y territoriales que aún perduran de forma muy acusada en el llamado conflicto árabe-israelí.


Herodes I el Grande

Herodes fue rey de los judíos, nació en Ascalon, h. 73 y murió en Jerusalén, 4 a.C.. Hijo de un idumeo y de una nabatea, en realidad era un palestino de cultura helenística dedicado al servicio de Roma, que dominaba Palestina desde que fuera conquistada por Pompeyo (63 a.C.).
Herodes fue nombrado primero gobernador de Galilea (47 a.C.) y posteriormente «tetrarca» para dirigir las relaciones de Roma con los judíos (41 a.C.); pero hubo de huir ante el ataque de los partos, que apoyaban en el Trono a Antígona, la última reina de la dinastía de los Asmoneos o Macabeos, representante de la resistencia judía contra la dominación política y cultural del Occidente grecorromano.

En el año 40 a.C. el Senado romano nombró a Herodes rey de los judíos por indicación de Marco Antonio, con el encargo de recuperar Judea de manos de Antígona. Combatió con ella durante tres años hasta que conquistó Jerusalén y la decapitó (37 a.C.).



Apogeo y caída del Imperio Romano


Senatvs Popvlvsqve Romanvs

Tras el asesinato de César, la dinastía Julia-Claudia gobernó el poderoso Imperio con Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. La locura de Calígula no tuvo consecuencias, pero la de Nerón provocó una guerra civil ganada por Vespasiano que inauguró la dinastía Flavia en 70 con él mismo y sus hijos Tito, un modelo de soldado y de hombre que asumió el mando en 79 pero murió dos años después y al que sucedió su hermano Domiciano, un canalla sin escrúpulos que fue asesinado por sus propios funcionarios.

El Senado nombró entonces emperador al honesto Nerva, que tuvo el buen sentido de elegir al español Trajano para sucederle. Trajano fue el más grande soldado romano tras César y tuvo además el acierto de elegir a Adriano, otro español, para sucederle. Durante los años de Trajano y Adriano el Imperio Romano conoció el cenit de su grandeza. Jamás Roma había sido tan grande y tan poderosa. Cincuenta millones de personas vivían en lo que los ciudadanos romanos creían que era el paraíso. Adriano eligió sucesor a Antonino, otro buen emperador que hizo de la virtud y la honradez su sello personal hasta el punto de pasar a la Historia como Antonino Pío (el piadoso). Antonino eligió a Marco Aurelio, un filósofo español al que Adriano tenía en gran estima y que tuvo la mala suerte de tener que pasar su reinado combatiendo contra los germanos. Marco Aurelio fue el último de los grandes emperadores, un hombre honesto y culto que sólo tuvo un fallo en su vida: tener un hijo como Cómodo.


Estados Cruzados: El Principado de Antioquía


Los Estados Cruzados

El Principado de Antioquía fue uno de los estados cruzados creado durante la Primera Cruzada.

Mientras Balduino de Boulogne y Tancredo dirigían al este de Asia Menor a establecer el Condado de Edesa, el ejército principal de la Primera Cruzada continuó su marcha hacia el sur, a sitiar Antioquía.

Bohemundo de Taranto dirigió el sitio, iniciado en octubre de 1097. Con más de cuatrocientas torres, la ciudad era casi impenetrable. El sitio duró todo el invierno, con mucho sacrificio para los Cruzados.




Estados Cruzados: El Condado de Trípoli


Escudo de Armas del
 Condado de Trípoli
El Condado de Trípoli fue el último en crearse de los cuatro grandes estados cruzados en Levante. Algunas de las principales ciudades del mismo eran SafitaTartous Trípoli del Líbano.


El origen del condado se remonta a 1102, cuando el conde Raimundo IV de Tolosa, uno de los líderes de la Primera Cruzada, inició una larga guerra con los Banu Ammar, emires de Trípoli (en teoría vasallos de los califas fatimíes de El Cairo), por la que fue ganando gran parte de su territorio hasta asediarlos en la propia Trípoli.

Raimundo murió en 1105, dejando a su hijo menor Alfonso Jordán como heredero, y a su primo, Guillermo Jordán de Cerdaña, como regente. Este último prosiguió el asedio de Trípoli durante los siguientes cuatro años, cuando un hijo bastardo de Raimundo, llamado Beltrán, que había sido regente de Toulouse, llegó a Tierra Santa. Estos dos llegaron al acuerdo de que cada uno se quedaría con sus propias conquistas, lo que benefició a Beltrán, pues tomó él la ciudad. Poco después moría Guillermo Jordán, y Beltrán se convertía en el único señor.

Estados Cruzados: El Condado de Edesa

El Condado de Edesa fue uno de los principados cruzados del siglo XII, centrado en torno a la ciudad de Edesa, la cual contaba con una larga historia desde la Antigüedad, además de una extensa tradición cristiana.

El condado de Edesa se encontraba tierra adentro, rodeado de territorio musulmán, alejado de los demás principados y no mantenía buenas relaciones con su vecino más próximo, el Principado de Antioquía; además, la mitad del condado, incluida su capital, se encontraba al este del río Éufrates y por tanto en una posición muy oriental con respecto a los demás territorios cruzados. Su parte occidental, al oeste del Éufrates, se regía desde la fortaleza de Turbessel.


Reforma Protestante y Contrarreforma Católica

Durante el siglo XVI, varios religiosos, pensadores y políticos intentaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en la Europa Occidental, especialmente con respecto a las pretensiones papales de dominio sobre toda la cristiandad.

Había una gran crisis en la Iglesia Católica debido a los numerosos problemas de corrupción eclesiástica y falta de piedad religiosa. A esto se sumó la venta de indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma.


La crisis provocó finalmente que la cristiandad occidental se dividiese en dos, una liderada por la Iglesia Católica Romana, que tras el Concilio de Trento (1545 a 1563) se reivindicó a sí misma como la única heredera válida de la cristiandad occidental expulsando cualquier disidencia y sujetándose por completo al dominio del Papa, y otra mitad que fundó varias comunidades eclesiales propias, generalmente de carácter nacional para, en su mayoría, rechazar la herencia cristiana medieval y buscar la restauración de un cristianismo primitivo idealizado. Esto dio lugar a que Europa quedara dividida entre una serie de países que reconocían al Papa, como supremo y único jefe de la Iglesia Católica, y los países que rechazaban las pretensiones de Roma y que recibieron el nombre de protestantes. Dicha división provocó una serie de guerras religiosas en Europa.

La Catedral Imperial de Frankfurt am Main


La Catedral Imperial de Frankfurt
 La venerable Catedral gótica de San Bartolomé, en Frankfurt am Main, una iglesia de "majestad apostólica" y gran importancia histórica, ha sido una entre pocas de las grandes iglesias en tierras alemanas en ser elevadas a la posición de "Kaiserdom" o Catedral Imperial.

Por siglos, de 1356 hasta 1792, sirvió como la iglesia para la elección y después de 1562 para la coronación de todos los Emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.

Se inició su construcción en 1248 con una reedificación para reemplazar a la Iglesia Carolingia del Salvador, de 840, pero no fue completada hasta que más de 600 años más tarde, en 1877. En ese año, 10 años después de que un fuego dañara severamente la iglesia, fue completada la torre, una de las agujas más extraordinarias y hermosas en Europa, según los planes del magistral arquitecto medieval, Madern Gertner.



La Ciudad Libre Imperial de Frankfurt am Main

 
Escudo de la ciudad
de Frankfurt am Main

Es la ciudad más importante del Estado federado de Hesse (Alemania), aunque la capital administrativa es Wiesbaden.

El nombre le viene de los tiempos de las tribus germánicas. Significa el vado (Furt) de los francos (Franken), una tribu germánica occidental.

El Imperio Romano, en su extensión máxima, llegó a incluir la ciudad, aunque por poco tiempo. El emperador Carlomagno habitó Frankfurt buena parte de su vida.

Durante el Sacro Imperio Romano Germánico, la Ciudad Libre Imperial de Frankfurt fue regularmente la sede de las elecciones imperiales y entre 1562 y 1792 fue la ciudad del coronamiento del Emperador, en su célebre Catedral Imperial (Kaiserdom). Luego fue la capital de la Confederación del Rin, y más adelante la de la Confederación Germánica.

Prusia anexionó la ciudad en 1866, cinco años antes de ganar la guerra franco-prusiana, cuyo tratado de paz, que desembocó en la creación del Imperio alemán, fue firmado en Frankfurt el 10 de mayo de 1871.


La Liga Hanseática

La Liga Hanseática o Hansa fue una federación de ciudades del norte de Alemania y de comunidades de comerciantes alemanes en el mar Báltico, los Países Bajos, Noruega, Suecia, Inglaterra, Polonia, parte de Finlandia y Dinamarca.


Principales ciudades hanseáticas

 En la segunda parte del siglo XII y el comienzo del XIII, numerosas ciudades fueron creadas en el Norte de Alemania, en torno al Báltico: Lübeck, Rostock, Wismar, Stralsund, Greifswald, Stettin, Danzig, Elbing. En estas ciudades la burguesía se instala rápidamente en el poder.


En 1158 fue creada la Liga de Gotland, con el fin de proteger y fomentar los mutuos intereses comerciales. A comienzos del siglo XIII, mercaderes alemanes que se habían asentado en la isla de Gotland, constituyeron una asociación mercantil integrada por Colonia y otras veintinueve ciudades, con lo que obtuvieron importantes privilegios comerciales, especialmente en Inglaterra, Flandes y Rusia.


El Sacro Imperio Romano Germánico: los príncipes electores

Los príncipes electores eran los miembros del colegio electoral que tenía la función de elegir a los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.

Se definieron sus funciones y los primeros príncipes electores por la Bula de Oro. Durante y después del siglo XV, en realidad se limitaban únicamente a formalizar lo que era, de hecho, una sucesión dinástica. Formalmente, elegían al Rey de los Romanos, que se convertía en emperador del Sacro Imperio únicamente cuando era coronado por el papa. Carlos V, (Carlos I de España) fue el último en ser realmente coronado; todos sus sucesores fueron meramente "emperadores elegidos". Los electores se encontraban entre los príncipes del Imperio, pero tenían ciertos privilegios (además de los electorales), que se perdían cuando perdían el cargo de elector.

En la ciudad de Frankfurt am Main, se encuentra la Kaiserdom (Catedral Imperial), dedicada a San Bartolomé en 1239. Nunca fue una sede episcopal; sin embargo fue elegida como sitio electoral de reyes del Sacro Imperio Romano en 1356 y tuvieron lugar en ella 10 coronaciones entre 1562 y 1792.

Durante una gran parte de la historia del Sacro Imperio había siete electores, incluyendo a los arzobispos de Maguncia, Tréveris y Colonia y cuatro laicos: el Rey de Bohemia, el Conde Palatino del Rin, el Duque de Sajonia y el Margrave de Brandeburgo. Durante el siglo XVI se añadieron otros electores, que incluían los Duques de Baviera y los Duques de Braunschweig-Lüneburg (electores de Hanover). A comienzos del siglo XIX se crearon nuevos electores, pero nunca participaron en ninguna elección, ya que el Sacro Imperio fue abolido el 6 de agosto de 1806 bajo presiones de Napoleón Bonaparte.


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El Sacro Imperio Romano Germánico

El Sacro Imperio Romano Germánico: las ciudades libres e imperiales

En el Sacro Imperio Romano Germánico, una Ciudad Imperial Libre era una ciudad autónoma gobernada formalmente por el emperador, en contraposición con la mayoría de ciudades en el imperio, que pertenecían a un estado soberano del Sacro Imperio y eran gobernadas así por alguno de los muchos príncipes (Fürsten) del imperio, tales como príncipes, duques o príncipes-obispos.


Escudo de la Ciudad de Bremen

Muchas ciudades libres formaron alianzas (Städtebünde) de socorro mutuo y alianza económica. La más notable de las citadas alianzas fue la Liga Hanseática, en la que algunos de sus miembros nunca llegaron a ser ciudades libres (no solo imperiales sino también suecas, polacas, inglesas, rusas, etc.) y se unieron a la Liga con el permiso de sus gobernantes territoriales; otra alianza notoria fue la Liga de la Decápolis Alsaciana, formada por diez ciudades libres independizadas de los tres obispados de Metz, Toul y Verdún.

El Sacro Imperio Romano Germánico

El Sacro Imperio Romano fue la unión política de un conglomerado de estados de Europa Central, que se mantuvo desde la Edad Media hasta inicios de la Edad Contemporánea.
 

Bandera del Sacro Imperio Romano Germánico
  Formado en 962, tiene sus orígenes en la parte oriental de las tres en que se dividiera el Imperio Carolingio. Desde entonces, el Sacro Imperio, se mantuvo como la entidad predominante en Europa central durante casi un milenio y hasta su disolución en 1806 por Napoleón I.

La denominación del Sacro Imperio varió a lo largo de los siglos. En 1034 se utilizaba la fórmula Imperio Romano para referirse a las tierras bajo dominio de Conrado II, y no fue hasta 1157, durante el reinado de Federico I Barbarroja, que se empezó a usar el término Sacro Imperio. Por otro lado, el uso del término Emperador Romano hacía referencia a los gobernadores de las tierras europeas del norte y comenzó a emplearse con Otón II el Sanguinario (emperador entre 973 y 983). Los emperadores anteriores, desde Carlomagno (muerto en 814) hasta Otón I el Grande (emperador entre 962 y 973), habían utilizado simplemente el título de Imperator Augustus ("Emperador Augusto"). El término Sacro Imperio Romano comienza a ser usado a partir de 1254.



El culto de los judíos etíopes (falashas)

 
Falashas en Etiopía

Los Beta Israel («Casa de Israel») –conocidos generalmente con el término Falashas (en amárico «exiliados» o «extranjeros») – son los judíos de origen etíope.


 El culto que practican los falashas se basa firmemente en la Biblia hebrea sin considerar la Ley Oral o Halajá, la cual desconocen por completo. No tienen muchos conocimientos del hebreo, y para sus prácticas religiosas, utilizan el ge’ez (lengua etíope antigua). Se adhieren fanáticamente a las enseñanzas del Pentateuco y son escrupulosos en su observancia de las leyes dietéticas y de higiene, así como del calendario judío.
La forma en que profesan el culto es, en muchos aspectos, una reminiscencia de como se practicara en los días que precedieron a la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem (70 e.c.). Como los falashas se vieron aislados de la Tierra Santa y de las escuelas rabínicas en fecha primigenia, no recibieron influencia talmúdica.

El Templo del Monte Gerizim en Samaría

Las 12 tribus de Israel
Samaria estaba al norte de Judea, en el territorio donde se establecieron las tribus de Efraín, Manasés occidental y parte de Benjamín. Limitaba al norte con la planicie de Esdraelón y el monte Gilboa. En su centro estaban los montes Gerizim y Ebal, a cuyo pie estaba la antigua ciudad de Siquem (cerca de la actual Nablús), próxima al pozo de Jacob.

La ciudad de Samaria, por mucho tiempo la capital del reino del norte de Israel, estaba a unos pocos kilómetros más hacia el norte. Samaria era un país de colinas y fértiles valles. La enemistad entre judíos y samaritanos se originó cuando se separaron los reinos del norte y del sur, separación que duró desde la secesión en los días de Jeroboan I, en el año 931 a. C., hasta el cautiverio de las tribus del norte en 723 o 722 a. C.





El Templo judío de la isla Elefantina

Elefantina es una isla de Egipto, en el río Nilo, contigua a la primera catarata, frente a la moderna ciudad de Asuán, mide 1.360 m de longitud por 780 m de anchura.


En 1906 y posteriormente en 1911 y 1953, fueron descubiertos en la isla una gran cantidad de papiros judíos escritos en arameo que datan del s V a.C. Los papiros están escritos en arameo, la lengua franca del Imperio Aqueménida persa de los siglos V y IV aC, del cual formaban parte Egipto y Palestina.

Estos papiros revelaron que existía una colonia de soldados mercenarios judíos en la isla desde antes de la invasión de Cambises, rey persa de la dinastía Aqueménida, a Egipto (525-c 400 a.C.).

Estos tenían un templo dedicado a Yahweh, aunque también adoraban a otros dioses. Egipcios hostiles destruyeron el templo durante la ausencia del Sátrapa persa Arsames (410 a.C.); varios de los papiros tratan de los esfuerzos hechos por los judíos de Elefantina para conseguir permiso de las autoridades de Jerusalén para reconstruir el Templo. En estos documentos se mencionan a Sanbalat, el gobernador de Samaria y enemigo de Nehemías (Neh. 2:19), y a Johanán, el sumo sacerdote de Jerusalén (Neh.12:22). El permiso para reconstruir el templo fue finalmente otorgado, pero con la indicación de que no debían ofrecerse en él sacrificios con derramamiento de sangre.


Grandes exploradores: David Livingstone en África


David Livingstone
David Livingstone, médico y misionero escocés, es considerado como uno de los más importantes exploradores de África. Nació el 19 de marzo de 1813, en Blantyre, Escocia. En 1823 empezó a trabajar en una fábrica textil. Más tarde, mientras estudiaba medicina en Glasgow, asistió también a clases de teología. En 1838, ofreció sus servicios a la Sociedad Misionera de Londres, y cuando terminó sus estudios de medicina en 1840, se ordenó y partió para su primer servicio como misionero médico a África del Sur. En 1841 llegó a Kuruman, una colonia en Bechuanalandia (en la actual Botsuana) que había sido fundada por el misionero escocés Robert Moffat.



Livingstone empezó a trabajar con la población de Bechuanalandia, y desde allí pretendía continuar avanzando hacia el norte, a pesar de la declarada hostilidad que ejercían los bóers, colonos de raza blanca, principalmente de ascendencia holandesa. Contrajo matrimonio con Mary Moffat en 1845, y empezaron a trabajar juntos, adentrándose en regiones donde ningún europeo había llegado antes que ellos. En 1849 cruzó el desierto de Kalahari y descubrió el lago Ngami. En 1851, en compañía de su mujer y sus hijos, descubrió el río Zambeze.

Grandes exploradores: Roald Amundsen en las regiones polares


Roald Amundsen
Amundsen nació en 1872, cerca de la ciudad de Sarpsborg, al sudeste de Noruega. Tras abandonar una planificada carrera de medicina, decidió dedicar su vida a la exploración polar. Como marinero cualificado, trabajó a bordo de un barco mercante en el Ártico hasta embarcarse contratado como primer oficial en el “Bélgica”, el primer barco que permaneció un invierno en el Antártico.

La experiencia que adquirió en estos viajes proporcionó a Amundsen suficiente confianza para abordar un reto que habían afrontado todos los navegantes desde hacía trescientos años: el paso del noroeste. Los exploradores supieron durante mucho tiempo de la existencia de ese paso que unía Europa con Asia, al norte de América del Norte, pero ningún barco había conseguido atravesarlo en toda su longitud. Amundsen compró un robusto barco de 45 toneladas, el “Gjoa”, que, equipado con velas y con un motor de 13 caballos de vapor, zarpó del fiordo de Oslo en el verano de 1903 y, con sus seis tripulantes, se dispuso a hacer la travesía por las descongeladas aguas del paso del noroeste.




Grandes exploradores: James Cook en Oceanía

James Cook

James Cook nació el 27 de octubre de 1728 en una pequeña aldea de Yorkshire, Inglaterra,  llamada Marton. Su familia se mudó enseguida a Great Ayton, donde el padre construyó una casa que en la actualidad ha sido trasladada, piedra a piedra, a unos jardines públicos de Melbourne, en Australia.
Comenzó su carrera naval como marinero en un barco carbonero.

En 1768 la Royal Society planificó uno de sus célebres viajes, mitad científico mitad explorador, al que los británicos eran tan aficionados. Comprendía el encargo de viajar a Tahití para estudiar desde allí el fenómeno del paso de Venus por delante del sol, a la vez que localizar con exactitud el continente Austral y, por supuesto, incorporar a la corona británica cuantos nuevos territorios le fuera posible encontrar. Para comandar la expedición fue designado el almirante James Cook, de cuarenta años, quien escogió un barco atípico, un remodelado carbonero de 368 toneladas y unos 33 metros de eslora que pasaría a la historia convirtiendo su nombre en mítico para los lectores de las grandes exploraciones: "Endeavour".




Grandes exploradores: Cristóbal Colón en América


Cristóbal Colón

Cristóbal Colón, al servicio de la Corona de Castilla, encontró una ruta segura desde Europa hasta América, arribando a ella el 12 de octubre de 1492.


En su primera expedición partió el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva). Su origen más probable es genovés, aunque algunos historiadores sostienen que procedía de la Corona de Aragón, del Reino de Galicia o del Reino de Portugal, entre otros. También existen conjeturas indicando su origen sefardí.


Los viajes de Colón
Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro. Las especias, seda y otros productos habían llegado siempre por la ruta que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio Otomano, esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por estos y sus socios, los mercaderes italianos. Las naciones más ricas de la Europa de entonces, Portugal y Castilla, querían esas mercancías sin intermediarios. Los portugueses (cuya Reconquista acabó en el siglo XIII) se habían lanzado a navegar y habían encontrado el paso por el Cabo de Buena Esperanza, con ansias de crear su propio monopolio para competir con los comerciantes italianos, por lo que Castilla, al terminar su reconquista, hubo de buscar una ruta nueva.

Grandes exploradores: Juan Sebastián Elcano alrededor del mundo


Juan Sebastián Elcano
Descubiertos ya el continente americano y el océano Pacífico (antes llamado Mar del Sur), el problema que se planteaba ahora consistía en descubrir un paso que pusiera en comunicación el océano Atlántico con el Pacífico y permitiera llegar a las Islas de las Especias o Especiería (hoy archipiélago de las Molucas, en Indonesia) por Occidente.

La empresa de encontrar el anhelado estrecho fue encomendada a un portugués al servicio de España, Fernando de Magallanes, quien, después de ver rechazado su proyecto por el rey de Portugal, Manuel I el Afortunado, se trasladó a Sevilla en 1517, junto al cosmógrafo Rui Faleiro, y ofreció sus servicios al rey Carlos I (y V emperador de ese nombre en el Sacro Imperio Romano Germánico).

Magallanes estaba convencido de que las Molucas habían quedado situadas dentro de la demarcación española que había fijado el Tratado de Tordesillas, firmado entre España y Portugal en 1494, y, en ese sentido, propuso al monarca español llegar a las Islas de las Especias por una ruta occidental de jurisdicción española, a través de un paso o estrecho por el Sur de América, evitando entrar en los dominios situados en la demarcación portuguesa. Tras ser aprobado el proyecto expedicionario, el 22 de marzo de 1518 firmó una capitulación en Valladolid, por la que era nombrado capitán general de la flota expedicionaria y gobernador de todas las tierras que descubriese y conquistara.


Grandes exploradores: Marco Polo en Asia

En 1271, siendo un joven veneciano de 17 años perteneciente a una intrépida familia de comerciantes, Marco Polo partió hacia los lejanos y entonces míticos reinos de Oriente acompañando a su padre Nicolás y su tío Mateo.

Marco Polo


Ellos habían regresado de un largo viaje que, más de veinte años antes, los había llevado a las tierras del gran Kublai Khan. En aquel primer viaje, que emprendieran en 1250, partían con el objetivo de establecer nuevas rutas comerciales, y fueron muy bien acogidos por el gran emperador mongol.

Desde que su abuelo Genghis Khan la conquistara en el siglo anterior, China había cambiado su nombre por el de Catay y su lejanía y las leyendas sobre el reino habían mantenido apartados a los occidentales.

Los Polo fueron los primeros latinos que vio el Khan, y con ellos habló largo tiempo interrogándolos sobre todo lo referente a su civilización, y en especial a su organización política y económica.