Herodes I el Grande

Herodes fue rey de los judíos, nació en Ascalon, h. 73 y murió en Jerusalén, 4 a.C.. Hijo de un idumeo y de una nabatea, en realidad era un palestino de cultura helenística dedicado al servicio de Roma, que dominaba Palestina desde que fuera conquistada por Pompeyo (63 a.C.).
Herodes fue nombrado primero gobernador de Galilea (47 a.C.) y posteriormente «tetrarca» para dirigir las relaciones de Roma con los judíos (41 a.C.); pero hubo de huir ante el ataque de los partos, que apoyaban en el Trono a Antígona, la última reina de la dinastía de los Asmoneos o Macabeos, representante de la resistencia judía contra la dominación política y cultural del Occidente grecorromano.

En el año 40 a.C. el Senado romano nombró a Herodes rey de los judíos por indicación de Marco Antonio, con el encargo de recuperar Judea de manos de Antígona. Combatió con ella durante tres años hasta que conquistó Jerusalén y la decapitó (37 a.C.).





Palestina en tiempos de Herodes El Grande
 Su ilegitimidad dinástica y su indiferencia religiosa le hicieron impopular entre los judíos, especialmente frente al partido religioso ortodoxo de los fariseos. Se vio obligado a establecer un régimen basado en el terror, con una persecución sangrienta de la antigua familia reinante (incluyendo el asesinato de su propia esposa asmonea, su suegra, su cuñado y tres de sus hijos); en ese contexto de obsesión por consolidar su posición en el Trono frente a posibles pretendientes, se enmarca la «degollación de los inocentes» que narra el Evangelio según san Mateo, episodio consistente en una matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, para conjurar la profecía mesiánica según la cual había nacido en aquella ciudad el que habría de ser rey de los judíos (Jesucristo).

También se destaca por ser el impulsor de la expansión del Segundo Templo de Jerusalén, de tal forma que a ésta se la denomina habitualmente como Templo de Herodes. En 21 a.C. el rey Herodes el Grande decidió su restauración respetando la planta física del edificio, ampliando los patios y añadiendo los muros exteriores dándole a éstos, ocho entradas. El muro que actualmente queda es el occidental o también el Muro de las Lamentaciones. Posteriormente se añadió al norte la célebre Torre Antonia, fortaleza militar de construcción romana y al sur, un edificio destinado para la purificación de los sacerdotes.

Herodes tuvo muchos hijos de sus diez esposas. Aunque designó sucesor a su hijo Arquelao, a su muerte, el emperador Augusto repartió el reino entre tres de sus hijos:
Arquelao: Etnarca de Judea, Samaria e Idumea.
Herodes Antipas: Tetrarca de Galilea y Perea.
Herodes Filipo: Tetrarca de Batanea, Gaulanítide, Traconítide y Auranítide.
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