Solimán I el Magnífico

Solimán I el Magnífico (1494-1566), sultán otomano (1520-1566), durante su reinado el Imperio otomano alcanzó su cenit de poder y esplendor.

Nacido el 6 de noviembre de 1494, en Trebisonda (la actual ciudad turca de Trabzon), era hijo del sultán Selim I. En 1521, un año después de comenzar su reinado tras suceder a su padre, Solimán I extendió el Imperio hasta territorio húngaro y capturó la ciudad de Belgrado (actualmente en Serbia). Al año siguiente expulsó a la orden militar y religiosa de los Caballeros de San Juan de Jerusalén de la isla egea de Rodas. En 1526 de nuevo invadió Hungría y el 29 de agosto de ese año venció en la batalla de Mohács a las tropas del rey húngaro Luis II, quien pereció en el combate. Regresó a Hungría en 1529 para defender los derechos regios de Juan I Zápolya, el cual aunque había sido elegido rey por la nobleza húngara, mantenía una lucha por el trono con el archiduque austriaco Fernando de Habsburgo (futuro emperador Fernando I). Seguidamente, Solimán inició el sitio de Viena en septiembre de ese año. No tuvo éxito y se retiró al mes siguiente, limitando de este modo el alcance de su invasión europea, especialmente cuando años después llegó a un acuerdo con el archiduque Fernando y con el hermano de éste, el emperador Carlos V.





Solimán I dirigió a continuación su ejército contra Persia y en 1534 conquistó las ciudades de Tabrīz y Bagdad. En 1535 firmó una alianza con el rey francés Francisco I contra el emperador Carlos V. El tratado abrió el comercio del oriente mediterráneo tan sólo a la bandera francesa, y, como resultado del acuerdo, las relaciones diplomáticas entre Francia y el Imperio Otomano duraron siglos.

En 1541 Solimán I de nuevo invadió territorio húngaro, capturando Buda e incorporando la Hungría central a su Imperio. Siete años más tarde volvió a avanzar sobre los dominios persas y logró conquistar el área circundante al lago Van. Obtenida la supremacía en el Mediterráneo; en 1551 cayó en sus manos la ciudad de Trípoli, en el norte de África, con lo que el poder otomano en la costa pirática de Berbería se incrementó notablemente y permitió aumentar la actividad de los corsarios de la zona contra el Sacro Imperio Romano Germánico. Llevó a cabo en 1554 su tercera campaña contra Persia.
Los principales acontecimientos durante los últimos años del reinado de Solimán I fueron la tercera campaña contra Persia, a la que prácticamente había ya sojuzgado; el asedio frustrado de la isla mediterránea de Malta (donde los miembros de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén se había retirado), llevado a cabo en 1565; y por último una nueva expedición dirigida desde 1566 contra Hungría. Murió precisamente sitiando la ciudad húngara de Szigetvár, el 7 de septiembre de 1566. Sus hijos Selim II y Bayaceto lucharon después por el trono hasta que Bayaceto fue derrotado y asesinado, de forma que su hermano se aseguró el sultanato y la sucesión.

Solimán I el Magnífico es considerado el más importante sultán otomano. Sobresalió como administrador, ganando el título de kanuni ('legislador'), y como destacado mecenas de las artes y de las ciencias. En la década de 1550 auspició la erección en Estambul de la impresionante mezquita que ha pasado a ser conocida por su nombre. A su fallecimiento, el Imperio Otomano controlaba gran parte de la península de los Balcanes, el norte de África y Oriente Próximo, y era el poder dominante en el mar Mediterráneo.

Relacionados:
El Imperio Otomano
Órdenes de Malta y Teutónica

No hay comentarios: