Grandes exploradores: Thor Heyerdahl

Thor Heyerdahl
Thor Heyerdahl fue un explorador y biólogo noruego. Nació el 6 de octubre de 1914 en Larvik, Noruega, y falleció el 18 de abril de 2002 en Colla Micheri, Italia.

Heredó de su madre -directora de un zoológico- el amor por la naturaleza y la vida al aire libre. Tanto que en su juventud se marchó con su esposa a las Islas Marquesas, en la Polinesia, donde adoptaron el modo de vida de los nativos. Se interesó por los orígenes de esas paradisíacas islas y estableció una revolucionaria teoría: los primeros seres humanos que llegaron hasta la Polinesia procedían de Suramérica. Tras un paréntesis durante el cual se alistó como voluntario en el ejército noruego para combatir a los nazis en la II Guerra Mundial, se dispuso a demostrar su teoría. Corría el año 1947 cuando construyó una balsa de juncos y recorrió con ella la inmensa distancia que separa Perú de la Polinesia. O sea, hizo el mismo trayecto que, según él, habían realizado muchos siglos antes los conquistadores de esas islas. Con sus siguientes viajes logró reforzar sus teorías, que finalmente fueron aceptadas por la escéptica comunidad científica.

Heyerdahl en la Polinesia
Heyerdahl viajó a las islas del Pacífico con intención de hacer diversos estudios sobre animales. Sin embargo, pronto empezó a interesarse por su gente y su cultura. Le impresionaron de forma especial las canciones e historias que los nativos narraban sobre sus antepasados. Contaban que sus abuelos habían venido del lejano Este a través del océano, desde América. Heyerdahl empezó a pensar que estos relatos podrían referirse a un acontecimiento importante de la historia de la humanidad y comenzó a investigar.

Grandes exploradores: Abel Janszoon Tasman

Abel Janszoon Tasman
Abel Janszoon Tasman nació en 1603 en Lutjegast, Países Bajos, y murió el 10 de octubre de 1659 en Yakarta, actual Indonesia, por entonces con el nombre de Batavia, bajo el dominio de la Compañía Holandesas de las Indias Orientales). Fue un marino, explorador y comerciante holandés, famoso por los viajes realizados entre 1642 y 1644 al servicio de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oostindische Compagnie, conocida por sus siglas VOC).

La suya fue la primera expedición europea conocida que llegó a la isla de Van Diemen (hoy conocida como Tasmania) y a Nueva Zelanda, y que avistó las islas Fiyi en 1643. Tasman, su piloto, Visscher, y su sobrecargo, Gilsemans, cartografiaron partes importantes de las costas de Australia, Nueva Zelanda y de varias de las islas del Pacífico. Su trabajo era investigar el territorio conocido como «Nueva Holanda», hoy Australia, de la que los holandeses habían descubierto la costa oeste, y debía determinar si la zona pertenecía a la Terra Australis.

La VOC esperaba que Tasman pudiera localizar un nuevo e inexplorado continente con fines comerciales, o al menos, encontrar un estrecho a través de Nueva Guinea que les condujera al Pacífico. Tasman no consiguió ninguno de esos objetivos, aunque geográficamente, sus expediciones han sido de las más fructíferas de la historia.

Biografía
No se sabe mucho de los primeros años de Tasman. Recibió una educación suficiente que le permitió expresar sus ideas claramente por escrito y convertirse en un experto navegante. Se casó con Claesgie Meyndrix, con quien tuvo una hija. Después de que muriera su esposa, se casó de nuevo con Joanna Tiercx, en enero de 1632. Poco después, como marinero, se embarcó a las Indias Orientales, donde fue primer piloto en febrero y patrón en mayo de 1634. En ese año, en una exploración de menor importancia, estuvo a punto de morir tras un incauto desembarco en el que varios de sus compañeros fueron masacrados por la gente de Ceram. Después de pasar algún tiempo en operaciones marítimas de contrabando y guerra, regresó a Holanda en 1637.

Grandes exploradores: Jean Louis Burckhardt

Jean Louis Burckhardt
Jean Louis Burckhardt
Jean Louis Burckhardt nació en Lausana, Suiza, el 24 de noviembre de 1784, y murió en El Cairo, Egipto, el 15 de octubre de 1817. Fue un explorador suizo, profundo conocedor de la lengua árabe y de la religión islámica que, haciéndose pasar por un mercader árabe, viajó por el Oriente Próximo y Nubia.

Fue el europeo que redescubrió las ruinas de Petra en 1812, la antigua capital de los nabateos, siendo también uno de los primeros europeos que conocieron La Meca y Medina. Además descubrió los templos del faraón Ramsés II y Nefertari en Abu Simbel, Nubia.

Se convirtió al islam, tomando el nombre de Ibrahim ibn Abdullah.

Sus viajes
Después de estudiar en Leipzig y en la Universidad de Gotinga, visitó Inglaterra en el verano de 1806 con una carta de presentación del naturalista Johann Friedrich Blumenbach para Sir Joseph Banks que, junto a los demás miembros de la African Association, organización cuyo objetivo era mejorar el conocimiento de la geografía africana, aceptaron su oferta para poner en marcha una expedición dirigida a descubrir la fuente del río Níger. Una vez aceptada, Burckhardt planeaba viajar a Oriente con el fin de estudiar el árabe, en la creencia de que su viaje por África se vería facilitado si era aceptado como musulmán. Como preparación, Burckhardt estudió la lengua árabe en la Universidad de Cambridge, y se preparó de forma rigurosa para su carrera como explorador, para lo que se dedicó a vagar por el campo sin ninguna protección contra el sol, con la cabeza descubierta, durante una ola de calor, subsistiendo solo con verduras y agua y durmiendo al raso.

Grandes exploradores: Alexander von Humboldt

Alexander von Humboldt
Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander Freiherr von Humboldt, nació en Berlín, Alemania, el 14 de septiembre de 1769, y falleció el 6 de mayo de 1859 en la misma ciudad. Fue geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador, hermano menor del lingüista y ministro Wilhelm von Humboldt.

Es considerado el "Padre de la Geografía Moderna Universal". Fue un naturalista de una polivalencia extraordinaria, que no volvió a repetirse tras su desaparición. Los viajes de exploración le llevaron de Europa a América del Sur, parte del actual territorio de México, Estados Unidos, Canarias y a Asia Central. Se especializó en diversas áreas de la ciencia como la etnografía, antropología, física, zoología, ornitología, climatología, oceanografía, astronomía, geografía, geología, mineralogía, botánica, vulcanología y el humanismo.

Formación y exploraciones
Nació el 14 de septiembre de 1769 en Berlín, hijo de Alexander Georg von Humboldt, un oficial del ejército de Federico II el Grande de Prusia, y de Marie Elizabeth von Hollwege, heredera de una fortuna de un matrimonio anterior. Recibió educación en el castillo de Tegel, del actual distrito de Reinickendorf, Berlín1 2 y se formó intelectualmente en Berlín, Fráncfort del Oder y Gotinga. Durante su adolescencia deseaba dedicarse a la carrera militar, pero su familia lo alejó de esta inclinación. Realizó su primer viaje formativo en la primavera de 1790 y lo llevó a lo largo del río Rin hasta Holanda y de allí a Inglaterra, con lo que empezó a soñar con navegar a otros continentes. El regreso a su país lo hizo en el marco de la Revolución francesa, lo que contribuyó al fortalecimiento de sus ideas liberales.

Grandes exploradores: Aimé Bonpland

Aimé Bonpland
Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland (firmaba Amadeo o Amado en los países hispanohablantes), nació en La Rochelle, Francia, el 28 de agosto de 1773 y murió en Santa Ana, actual poblado de Bonpland en la provincia de Corrientes, Argentina, el 10 de mayo de 1858. Fue un naturalista, médico y botánico francés, célebre por la expedición a América que realizó junto a Alexander von Humboldt.


Breve reseña biográfica
Su verdadero nombre era Aimé Jacques Alexandre Goujaud, aunque era conocido como Bonpland (Bon-Plant= Buena Planta), debido al apodo que le dio su abuelo a su padre, al enterarse aquél del nacimiento de su hijo, en sus viñedos de Saint-Maurice, en las afueras de La Rochela y que al cabo de una generación, reemplazó definitivamente su verdadero apellido.

Grandes exploradores: Vitus Jonassen Bering

Vitus Jonassen Bering
Vitus Jonassen Bering (a veces escrito Behring) nació en Horsens, Dinamarca, el 12 de agosto de 1681, y murió el 19 de diciembre de 1741 en la isla de Bering, a los 60 años de edad. Fue un marino y explorador danés al servicio de la marina rusa, conocido entre los marineros rusos con el nombre de Iván Ivanovich. Es conocido por haber dirigido dos importantes expediciones rusas a Kamchatka en las que exploró la costa siberiana y logró navegar por aguas del estrecho de Bering y alcanzar la costa occidental de América del Norte.
Tras tras un corto viaje a las Indias, se alistó en la Armada de Rusia en 1703, sirviendo en la flota del mar Báltico durante la guerra del Norte. Entre 1710 y 1712 estuvo destinado en la flota del mar de Azov, en Taganrog, donde participó en la guerra ruso-turca de 1710-1713. Se casó con una rusa y sólo regresó brevemente a su país natal en 1715. Una serie de exploración en la costa norte de Asia le llevó a su primer viaje a la península de Kamchatka.


Alejo I Comneno

Alejo I Comneno
Alejo I Comneno nació en Constantinopla en 1182 y murió en Trebisonda el 1 de febrero de 1222. Fue emperador de  Trebisonda de 1204 a 1222. Nieto del emperador Andrónico I e hijo del sebastocrátor Manuel Comneno. Aprovechando la conquista de Constantinopla por los latinos se proclamó emperador de Trebisonda y de algunas ciudades del mar Negro mientras que su hermano David tomaba el título de señor de Heraclea, Ponto y Paflagonia. Su intento de recomponer el Imperio bizantino sólo conllevó la toma de Crimea.


Arcadio

Flavio Arcadio
Flavius Arcadius, en español Arcadio, nació en 377 o 378 en Hispania. Fue Emperador del Imperio Romano de Oriente ó Imperio Bizantino desde 395 hasta su muerte en 408.

Nació en Hispania durante el exilio temporal de su padre justo antes de subir al trono; era el mayor hijo de Teodosio I y de Aelia Flacila, y hermano de Honorio, que sería Emperador de Occidente, y de Aelia Pulcheria, fallecida junto con su madre al poco de nacer, en 385. Su padre lo declaró Co-Emperador de Oriente en enero de 383. Su hermano menor también fue declarado Augusto, pero de Occidente, en 393. Arcadio comenzó a reinar solo sobre la mitad oriental del Imperio cuando su padre falleció en 395 en Milán, a donde había acudido para sofocar una rebelión.


Otón I


Otón I el Grande
Otón I de Alemania, también conocido como Otón el Grande, nació en Wallhausen el 23 de noviembre de 912 y murió en Memleben el 7 de mayo de 973. Fue rey de Germania (936–973) y emperador del Sacro ImperioRomano Germánico (962–973). Hijo de Enrique I el Pajarero o el Cazador, duque de Sajonia y rey de Germania, en 929 ya fue asociado al trono por su padre para facilitar así la sucesión.

Tras la muerte de Enrique I, fue ungido y coronado en Aquisgrán en 936 con el título carolingio de Rex et sacerdos ('Rey y sacerdote'). Tuvo la vocación de restaurar el imperio de Carlomagno (ImperioCarolingio) y es el primer representante del Sacro Imperio Romano Germánico. Con la eficaz ayuda de la alta jerarquía eclesiástica, en manos de sus amigos y familiares, y de los duques de Franconia, Suabia, Lorena y Baviera, Otón logró consolidar rápidamente su posición.

Mehmet VI


Mehmet VI,
último sultán otomano

Mehmet VI fue el último sultán del Imperio Otomano, de la dinastía de Osman, reinando de 1918 a 1922. Hermano de Mehmet V Resad, Mehmet VI subió al trono debido al suicidio de su sobrino Yusuf Izzetin, el heredero al trono. Fue coronado el 4 de julio de 1918, como el trigésimo sexto padishah.
 
Permitió la creación de los poderes de un congreso nacionalista turco, dando plenos poderes a los Jóvenes Turcos, que le presionaron a entrar en la I Guerra Mundial a favor de los imperios centrales, consiguiendo su primera victoria contra el ejército inglés en la batalla de la península de Galípoli, y perdiendo Mesopotamia y Siria tras la batalla de Kut-el-Amarna.

Osmán I



Osmán I nació en 1258 en Sögüt,. Fue el líder de los Osmanlíes u Otomanos, la dinastía que estableció y gobernó el Imperio Otomano. Murió en 1326, en Bursa.

Su padre, Ertoğrül, llevó a su tribu (Kayi) del Asia Central hasta Anatolia, huyendo de la persecución de los mongoles. Con el auspicio de los selyúcidas de Rüm fundó un pueblo conocido como Söğüt, en el área noroccidental de la antigua Frigia. El lugar resultó ser muy favorable, pues en Occidente, el poderoso Imperio Bizantino experimentaba graves problemas políticos, mientras que las fuerzas musulmanas en Oriente se fragmentaban ante la agresión de los mongoles: en 1258 Bagdad fue saqueada por Hulagu, primer rey mongol de Irán.

Constantino XI Paleólogo


Constantino XI Paleólogo

Constantino XI Paleólogo nació en Constantinopla el 8 de febrero de 1404. Fue el último emperador bizantino, entre 1449 y 1453. Murió el 29 de mayo de 1453 en la defensa final de Constantinopla contra los turcos otomanos.

Constantino fue el cuarto hijo del emperador Manuel II y su esposa serbia, Helena, de la dinastía de Dragases en Macedonia. Pasó su temprana carrera con sus hermanos Teodoro y Tomás gobernando el Despotado bizantino de Morea (Peloponeso) y completando su recuperación de los territorios que permanecían en poder de los latinos desde la invasión de 1204 durante la Cuarta Cruzada.

El 31 de octubre de 1448 su hermano, el emperador Juan VIII, murió después de una larga enfermedad. A la espera de la llegada de Constantino, su madre Helena Dragases tuvo que tomar el control de Constantinopla para hacer frente a los intentos de usurpación del trono por su hijo Demetrio.

Balduino I de Constantinopla



Balbuino I de Constantinopla
Balduino I de Constantinopla, o Balduino IX conde de Flandes, o también Balduino VI conde de Henao, nació en Valenciennes, Francia, en 1171 y murió en Veliko Tarnovo, Bulgaria, en 1205. Fue el primer emperador del Imperio Latino.

Balduino I fue aliado de la casa real inglesa de los Plantagenet, y combatió del lado de Ricardo I contra Felipe II Augusto de Francia. Durante la Cuarta Cruzada, que fue promovida por el papa Inocencio III en 1198, Balduino participó en la instalación Alejo IV Ángelo como emperador bizantino en 1203. Después de que Alejo y su padre Isaac II fueran depuestos en febrero de 1204, los cruzados tomaron el poder, y Balduino, con el apoyo de Venecia, fue elegido gobernador del nuevo estado latino.

El Despotado de Epiro y el Reino de Tesalónica

El Despotado de Epiro (llamado también Despotado de Arta), surgió en la región de Epiro, actual Grecia, en 1204 tras la caída de Constantinopla en manos de los cruzados y la creación del Imperio Latino de Constantinopla. Existió entre 1205 y 1358.

El fundador del Despotado del Epiro había sido Miguel I Ángel. La familia de los Ángeles del Epiro estaba algo emparentada con los Comnenos y los Ducas. Por ello, el nombre de los déspotas del Epiro va a menudo acompañado del título dinástico Ángel Comneno Ducas, Al principio las posesiones del Despotado del Epiro se extendían desde Dyrrachium, al norte, hasta el golfo de Corinto, al sur, abarcando los territorios del Epiro y las antiguas Acarnania y Etolia. El nuevo Estado tenía su capital en Arta.

Godofredo de Bouillon

Godofredo de Bouillon
Godofredo de Bouillon fue Duque de la Baja Lorena y primer Rey de Jerusalén, hijo de Eustaquio II, Conde de Boloña, y de Ida, hija de Godofredo el Barbudo, duque de la Baja Lorena. Nació probablemente en Boulogne-sur-Mer en 1060 y murió en Jerusalén, el 18 de julio de 1100.

La historia de los primeros años ha sido distorsionada por la leyenda, según la cual mató con sus propias manos al anti-rey Rodolfo de Suabia en la batalla de Moelsen (1080) y fue el primero en entrar en Roma después de que hubiera sido sitiada por Enrique IV (1084). Lo que sí parece seguro es que fue elegido como sucesor de su tío Godofredo el Jorobado, duque de la Baja Lorena, asesinado en 1076. Pero Enrique IV tomó Lorena, dejando a Godofredo solamente el marquesado de Amberes. Como vasallo del Sacro Imperio Romano Germánico, Godofredo apoyó al ejército de Enrique IV en la Guerra de las Investiduras y siguió al emperador en su expedición a Italia contra Gregorio VII (1080-1084). Entretanto se vio obligado a regresar para defender sus posesiones que habían sido atacadas por el Conde de Namur y hacia 1089, Enrique IV le devolvió la herencia de Godofredo el Jorobado nombrándole Duque de la Baja Lorena.

Menelik I

Menelik I es, según el Kebra Nagast, el hijo de Salomón y la Reina de Saba.
Según el Antiguo Testamento, la anónima reina de la tierra de Saba acude a Israel habiendo oído de la gran sabiduría del rey Salomón, llevando regalos de especias, oro y piedras preciosas (1° Reyes 10:1-13,2º Crónicas 9:1-12). El episodio también aparece en el Corán, que tampoco menciona el nombre de la reina; según esta versión, la reina quedó tan impresionada por la sabiduría y las riquezas de Salomón que se convirtió al monoteísmo, entonando una alabanza al dios Yahvé; el rey entonces la recompensó con otorgarle "cualquier cosa que desease" con tal de que la reina volviese a su reino.

Los Concilios Ecuménicos

La Iglesia Católica ha tenido 21 Concilios Ecuménicos, sin contar el de los Apóstoles en Jerusalén.

1- Concilio de Nicea (año 325). Convocado por la autoridad del Papa San Silvestre y bajo la ejecutoria del mismo emperador Constantino. Este Concilio condenó la herejía de Arrio que negaba la divinidad de Jesucristo y su consustancialidad con el Padre.

2- Concilio Primero de Constantinopla (año 381). En tiempo del Papa San Dámaso, se ocupó de las herejías de los mecedonianos, eunomianos o anomeos. Se perfeccionó el símbolo niceno, que por esto lo llamamos el credo "niceno-constantinopolitano".

3- Concilio de Éfeso (año 431). Convocado por el Papa San Celestino I y presidido por el Patriarca Cirilo de Alejandría, ese Concilio condenó la herejía cristológica y mariológica de Nestorio y proclamó la maternidad divina de María, La Theotokos. El símbolo de Efeso precisa que las dos naturalezas, humana y divina de Cristo, están unidas sin confusión y por lo tanto María es verdaderamente “Madre de Dios”.

4- Concilio de Calcedonia (año 451). Bajo la autoridad del Papa San León I el Magno, este Concilio trató de las herejías de quienes negaban a Jesucristo las naturaleza divina o la humana o las confundían.

5- Concilio Segundo de Constantinopla (año 553). Convocado por la autoridad del Papa Virgilio, condenó la herejía de los "tres capítulos", confirmando la doctrina de los concilios anteriores sobre la Trinidad, la divinidad de Jesucristo y maternidad divina de María. Condenó el Monofisismo.

6- Concilio Tercero de Constantinopla (del año 680-681). Con el Papa San Agatón, condenó solemnemente la herejía de quienes admitían en Cristo una sola voluntad (monotelitas).

7- Concilio Segundo de Nicea (año 787) Este Concilio, convocado por la autoridad del Papa Adriano I, afrontó la doctrina de los iconoclastas y definió la legitimidad del culto a las imágenes sagradas.

8- Concilio Cuarto de Constantinopla (869-870). Convocado por el Papa Adriano II en el año 869 duró hasta el siguiente y tuvo como principal tema la condenación del patriarca Focio, autor del cisma oriental.

9-Concilio Primero de Letrán (del año 1123-1124). Convocado por el Papa Calixto II, fue muy accidentado por lo que duró hasta el siguiente año. Celebrado en el tiempo de la lucha de las investiduras, se ocupó de ellas, lo mismo que de la simonía, el celibato y el incesto.

10- Concilio Segundo de Letrán (año 1139). Este Concilio convocado por le Papa Inocencio II, afrontó el delicado asunto de los falsos pontífices, de la simonía, la usura, las falsas penitencias y los falsos sacramentos.

11- Concilio Tercero de Letrán (año 1179). Bajo el Sumo Pontífice Alejandro III, se ocupó nuevamente de condenar la simonía.

12- Concilio Cuarto de Letrán (año 1215). Bajo la autoridad del Papa Inocencio III, este Concilio condenó las herejías de los Albingenses, del Abad Joaquín de Fiori, los Valdenses,etc.

13- Concilio Primero de Lyon (año 1245). Este Concilio en realidad no abordó asuntos dogmáticos, sino problemas morales y disciplinares de la Iglesia.

14- Concilio Segundo de Lyon (año 1274) Convocado por el Papa Gregorio X, trató de unificar la Iglesia griega, separada de Roma desde el cisma oriental.

15- Concilio de Viena (1311-1312). Este Concilio, convocado por Clemente V, se ocupó de los errores de los beguardos y beguins, de Pedro Juan Olivi. Abolió la orden de los Templarios.

16- Concilio de Costanza (año 1417). Fue convocado por el Papa Martín V, sólo se clausuró cuatro años después. Condenó los errores de Wicleff, Juan Hus, etc. Se ocupó también de los asuntos provocados por el cisma de Occidente.

17- Concilio de Florencia (1431). Convocado por Eugenio IV, duró hasta 1445. Logró la unión de los armenios y jacobitas con la Iglesia de Roma.

18- Concilio Quinto de Letrán (año 1512). Convocado por León X, tuvo como tema central la reforma de la Iglesia.

19- Concilio de Trento (año 1545-1563). Este Concilio fue inicialmente convocado por Pablo III para tratar el problema de la escisión de la Iglesia por la reforma protestante. Se ocupó de innumerables temas doctrinales, morales, disciplinares, de acuerdo con la problemática presentada por el protestantismo. El Decreto sobre la justificación, el de los Sacramentos, el de la Eucaristía, el Canon de la Sagradas Escrituras, etc., son entre otros, los más sobresalientes, amén de infinidad de disposiciones disciplinares.

20- Concilio Vaticano Primero. Convocado por el Papa Pío IX en 1869, sesionó hasta Septiembre de 1870, cuando hubo de interrumpirse por la toma de Roma por las tropas de Garibaldi, el 20 de Septiembre. Este Concilio afrontó los temas fundamentales de la fe y constitución de la Iglesia. Como definiciones más famosas, se encuentran la potestad del Romano Pontífice y su infalibilidad cuando habla "ex cathedra".

21- Concilio Vaticano II (1962-1965). Convocado por Juan XXIII, quien lo anunció desde Enero de 1959, tuvo cuatro sesiones, la primera de las cuales presidió, en el otoño de 1962, el mismo Juan XXIII, quien falleció el 3 de Junio de 1963. Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Pontífice Pablo VI.

Las Iglesias Cristianas. 7- La Iglesia Católica Apostólica Romana

Luego de la reforma religiosa iniciada por Martín Lucero, durante casi 20 años, la Iglesia Católica había visto cómo gran parte de los católicos se peleaban entre ellos en Europa y sus obispos, dejaban de reconocer al Papa como Primus inter pares o como máxima autoridad de la Iglesia Católica, y se separaban de Roma incluso algunos cardenales.

En consecuencia, hubo muchos partidarios de Roma que requerían una reacción de su Iglesia Católica, que mejorase sus costumbres y corrigiera los errores que habían alimentado la Reforma Protestante. A esta reacción de la Iglesia Católica contra el protestantismo se le conoce generalmente con el nombre de Contrarreforma Católica.

La solución fue convocar a un Concilio donde se pudiesen discutir las posibles reformas. No se convocó este concilio sino hasta 1545, reunión que será conocida como Concilio de Trento. Las sesiones del Concilio de Trento duraron casi 17 años, ya que fueron interrumpidas muchas veces, varios Papas se sucedieron en Roma, y finalizó en 1562.

Las Iglesias Cristianas. 6- Las Iglesias Protestantes

Luego del Gran Cisma la porción occidental de la cristiandad se mantuvo obediente al Patriarca de Roma, bajo la denominación de Iglesia Católica Apostólica Romana.

Pero durante el siglo XVI, varios religiosos, pensadores y políticos intentaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en la Europa Occidental, especialmente con respecto a las pretensiones papales de dominio sobre toda la cristiandad.

Había una gran crisis en la Iglesia Católica debido a los numerosos problemas de corrupción eclesiástica y falta de piedad religiosa. A esto se sumó la venta de indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma.

Las Iglesias Cristianas. 5- Las Iglesias Católicas Orientales

La división entre las Iglesias de oriente y occidente dio lugar a la existencia de comunidades de ritos orientales que se mantuvieron o entraron en plena comunión con la Iglesia de Roma, conservando su liturgia, aunque en algunos casos se han latinizado en algún grado. Son las llamadas Iglesias Católicas Orientales. Algunas nunca han estado en cisma con la Iglesia de Roma (como la Iglesia maronita y la ítalo-albanesa) y otras han surgido de divisiones de las Iglesias ortodoxas o de las antiguas Iglesias nacionales de oriente.

Regularmente constituyen minorías en países donde su contraparte ortodoxa predomina (como en Grecia, Serbia, Bulgaria, Rusia y Armenia), otras son minorías junto con sus contrapartes ortodoxas en países donde predomina otra religión (melquitas en Siria, caldeos en Irak, etc.) y otras no tienen contraparte en cisma con Roma (maronitas e ítalo-albaneses), también debido a la migración muchos católicos orientales viven hoy en países occidentales (Australia, Canadá, Estados Unidos, Argentina, Francia, etc.).

Las Iglesias Cristianas. 4- La Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa

La Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa es la tercera de las tres grandes iglesias o comunidades cristianas, después de la Iglesia Católica Apostólica Romana y el conjunto de Iglesias Protestantes, y cuenta con más de 225 millones de fieles en todo el mundo. Se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo (esto lleva a ciertas tensiones con iglesias orientales unidas a Roma). Su doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los primeros Siete Concilios, llamados "ecuménicos", que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII. Luego de la separación en el llamado "Cisma de Oriente y Occidente", el 16 de julio de 1054, el cristianismo ortodoxo se difundió por Europa oriental gracias al prestigio del Imperio Bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.

La Iglesia Ortodoxa está en realidad constituida por 15 iglesias autocéfalas, que sólo reconocen el poder de su propia autoridad jerárquica. Al igual que la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa posee la autoridad de canonizar o beatificar. Cuando alguna de las iglesias ortodoxas autocéfalas engruesa su santoral, ella obligatoriamente avisa sobre eso a todas las demás iglesias hermanadas.

Las Iglesias Cristianas. 3- El Gran Cisma de Oriente y Occidente

La unidad de los cinco grandes patriarcados (Roma, Constantinopla, Alejandría, Antioquía y Jerusalén) se mantuvo durante el primer milenio de la Iglesia. Estas cinco Iglesias, de orígenes apostólicos, tomaron parte en los siete primeros concilios ecuménicos. A pesar de los conflictos y rivalidades entre ellas, consiguieron guardar relaciones a nivel de igualdad de primacía aunque reconociendo a la Iglesia de Roma un puesto de honor.

Sin embargo, como resultado de un largo período de relaciones difíciles entre las dos partes más importantes de la Iglesia universal, se produjo el Gran Cisma de Oriente y Occidente. Las causas primarias del cisma fueron sin duda las tensiones producidas por las pretensiones de suprema autoridad (el título de "ecuménico") del Papa de Roma y las exigencias de autoridad del Patriarca de Constantinopla. Efectivamente, el Obispo de Roma reclamaba autoridad sobre toda la cristiandad, incluyendo a los cuatro Patriarcas más importantes de Oriente; los Patriarcas, por su lado, alegaban, según su entendimiento e interpretación de la Sagrada Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, que el Obispo de Roma solo podía pretender ser un "primero entre sus iguales" o "Primus inter pares". Por su parte, los Papas, según su interpretación de la Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, declaraban que "es necesario que cualquier Iglesia esté en armonía con la Iglesia (de Roma), por considerarla depositaria primigenia de la Tradición apostólica" (San Irineo de Lyon, s. II d. C.). También tuvieron influencia en el Gran Cisma las variaciones de las prácticas litúrgicas (calendarios y santorales distintos) y disputas sobre las jurisdicciones episcopales y patriarcales.

Las Iglesias Cristianas. 2- Las Antiguas Iglesias Orientales

Enmarcado dentro de las disputas cristológicas que sacudieron al cristianismo en los siglos III, IV y V, el nestorianismo fue propuesto por el monje Nestorio, oriundo de Alejandría, una vez entronizado como obispo de Constantinopla. Nestorio sostenía una doctrina difisista, que considera a Cristo radicalmente separado en dos personas, una humana y una divina, completas ambas de modo tal que conforman dos entes independientes, dos personas unidas en Cristo, que es Dios y hombre al mismo tiempo, pero formado de dos personas (prosopōn) distintas. Esto le llevó a enfrentarse con Cirilo de Alejandría, obispo de dicha ciudad, que defendía la tesis de la unicidad entre la persona humana y la divina de Cristo.

Tanto los nestorianos como los partidarios de Cirilo fueron llamados al concilio de Éfeso, en el año 431. La disputa se centró fundamentalmente en torno al título con el cual debía tratarse a María, si sólo Christotokos (madre de Cristo, es decir, de Jesús humano y mortal) como defendían los nestorianos, o además el de Theotokos (madre de Dios, o sea, también del Logos divino), como defendían los partidarios de Cirilo. Finalmente se adoptó como verdad de doctrina la propuesta por Cirilo, y se le concedió a María el título de Madre de Dios, y los nestorianos, o difisitas, fueron condenados como herejes.

Las Iglesias Cristianas. 1- La Pentarquía

En los primeros años de la historia cristiana se trataba como 'padre' a todos los obispos, pero, poco a poco, fue reservándose el título de patriarca para los metropolitanos de algunas diócesis, todas ellas fundadas por uno de los apóstoles, que tenían una relevancia especial en el gobierno de la Iglesia universal. Esta denominación específica aparece en los escritos de los Padres de la Iglesia, y ya está plenamente aceptada y establecida en el Concilio de Nicea I (325), donde el tratamiento y dignidad patriarcales se reserva sólo para cuatro obispos metropolitanos. Por orden de importancia, los patriarcados originales eran:

El Patriarcado de Occidente, Papa y obispo de Roma. Este obispado fue fundado por San Pedro.
El Patriarcado de Constantinopla. Este obispado fue fundado por San Andrés.
El Patriarcado de Alejandría. Este obispado fue fundado por San Marcos.
El Patriarcado de Antioquía. Este obispado fue fundado por San Pedro y San Pablo.

Imperio Mogol de la India


Bandera del Imperio Mogol de la India
El Imperio Mogol de la India recibió tal nombre porque sus soberanos pertenecían por la línea materna de su fundador Babur (Zahir al-din Mohammad Babur) a la dinastía timurida, es decir, a descendientes del kan mogol Tamerlán (o Timur Lang). Fue un poderoso estado islámico que existió entre los siglos XVI y XIX, abarcando en su período de apogeo la mayor parte de los territorios actualmente correspondientes a la India, Pakistán y Bangladesh, llegando a poseer zonas del Afganistán, Nepal, Buthán y este del Irán.

El origen del Imperio Mogol de la India deriva de un momento en el cual el poder timúrida parecía a punto de desaparecer: En efecto, los uzbecos en 1507 prácticamente aniquilaron a los mogoles timuríes en el área que había sido el centro de su poderío: la Transoxiana y el Jurasán. Perseguidas las tropas mongolas éstas se retiraron al sur de la cordillera del Hindū Kūsh, desde esta zona en el centro del actual Afganistán uno de los descendientes de Tamerlán, llamado Zahir al-Din Muhammad más conocido como Babur o Baber decidió aprovechar las discordias existentes en el Subcontinente Indio para invadirlo.

Tamerlán


Estatua de Tamerlán
en Uzbekistán

 Tamerlán fue uno de los más grandes conquistadores mongoles. Sus dominios abarcaron ocho millones de kilómetros cuadrados en un tiempo cubierto por la guerra y la destrucción, pero también por un magnífico esplendor cultural y comercial, auspiciado por el mecenazgo de este célebre gobernante asiático.

Tamerlán o Timur –cuyo nombre original significa hierro– nació el 10 de abril de 1336 en Kesh, un lugar próximo a Samarkanda enclavado en el antiguo kanato de Chagatai (actual Uzbekistán). Pertenecía al clan de los Barlas, un linaje de etnia mongola, aunque de cultura islámica, muy arraigado desde tiempos ancestrales en aquella geografía.

La división del kanato de Chagatai en dos kanatos diferenciados (Tranxosiana y Mogolistán) favoreció el ascenso social de Timur, ya que se casó con la hija menor del jefe que quedó al frente del kanato de Transoxiana. Con 26 años, Timur, al que apodaban Lank (el Cojo) por una discapacidad sufrida en una de sus piernas durante la infancia, ya se había hecho con el mando de la situación en el territorio del que se enseñoreaba y declaró la guerra a sus hostiles vecinos.

El Reino de Chipre


Escudo de Armas
del Reino de Chipre


El Reino de Chipre fue un reino católico de los cruzados situado en la isla de Chipre al final de la Edad Media, entre 1192 y 1489. Su gobierno estuvo dominado por la Casa francesa de Lusignan.

La isla fue conquistada en 1191 por Isaac Comneno, un gobernador local que se autoproclamó Emperador y reclamó el Imperio de Constantinopla. Luego la obtuvo el Rey Ricardo I de Inglaterra durante la Tercera Cruzada. Luego Ricardo la vendió a los Caballeros Templarios, que a su vez la vendieron en 1192 al Rey Consorte de Jerusalén, Guido de Lusignan, que, tras el fracaso de la cruzada de Ricardo, podía ser desposeído de la corona por su esposa. Su hermano y sucesor, Amalarico I de Chipre, recibió el título y la corona de manos de Enrique VI del Sacro Imperio Romano Germánico.

El Imperio de Trebisonda


Bandera del Imperio de Trebisonda
 El Imperio de Trebisonda fue un Estado cristiano medieval de cultura griega, surgido de la descomposición del Imperio Bizantino y fundado en 1204, poco antes de la toma de Constantinopla por los cruzados. Estaba localizado en la costa sudoriental del Mar Negro, con su capital en la ciudad de Trebisonda, y se mantuvo como estado independiente hasta 1461, en que fue conquistado por los turcos otomanos.

Los monarcas de Trebisonda llevaron el título de Gran Comneno (Megas Komnenos) y de Emperadores hasta el fin de su estado, en 1461. El estado se denomina también, en ocasiones, Imperio Comneno, ya que la dinastía reinante descendía de Alejo I Comneno, el idioma oficial y predominante: el griego póntico.

El Reino Armenio de Cilicia


Escudo del Reino Armenio de Cilicia

El Reino Armenio de Cilicia (también conocido como Armenia Menor o Pequeña Armenia) fue un reino formado en la Edad Media por refugiados armenios que huyeron de la invasión selyúcida de Armenia. Se encontraba en lo que actualmente es Turquía sudoriental, en la región de Cilicia. El país fue independiente de 1078 a 1375 aproximadamente.

  El Reino de Cilicia fue fundado por la dinastía de los Rupénidas, que era una rama menor de la gran familia de los Bagrátidas, la cual ocupó los tronos de Armenia y de Georgia en distintos momentos. Su capital fue Sis. El Reino Armenio de Cilicia fue un importante y poderoso aliado de los cruzados europeos, y se consideraba a sí mismo como el bastión de la Cristiandad en oriente. Actuó también como foco de la cultura y nacionalismo armenios, pues Armenia (la Armenia Mayor o Gran Armenia, al pie del Cáucaso) estaba ocupada por los turcos en aquella época.

Los turcos selyúcidas y el Sultanato de Rüm

Los turcos selyúcidas son considerados como los antepasados directos de los turcos sudoccidentales, los habitantes actuales de Turquía, Azerbaiyán, y Turkmenistán. Los selyúcidas desempeñaron un papel principal en la historia medieval creando una barrera a Europa contra los invasores mongoles del este, defendiendo el mundo islámico contra los cruzados de Europa y conquistando grandes extensiones del Imperio Bizantino, que prácticamente desmantelaron, siendo sus sucesores, los turcos osmanlíes, los que asestaron el golpe de gracia.
Eran en origen un clan de la tribu turca oghuz de los Kınık, asentada al norte del Mar de Aral. En el siglo X se convirtieron al islam y migraron hacia el sur dirigidos por un jefe llamado Selyuq ibn Duqaq o Selchuk, del que procede el nombre de la dinastía. Selyuq se instaló en el curso inferior del Sir-Daria, desde donde hicieron incursiones al Irán oriental. A la muerte de Selyuq, su hijo Isrâîl prosiguió el avance al sur, chocando con el gran sultán Mahmûd, de la dinastía de los gaznavíes, el cual contuvo el avance selyúcida derrotando y haciendo prisionero a Isrâîl. Igualmente, Mahmûd los contuvo, pero no los aniquiló, y a su muerte (1030), aprovechando la crisis sucesoria de los gaznavíes, los nómadas selyúcidas retomaron su avance con más fuerza.

Los Grandes Maestres del Temple

Los Caballeros Templarios o La Orden del Temple fue una orden medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. Fue fundada en Jerusalén, en 1118 por nueve caballeros franceses, con Hugo de Payens a la cabeza.

Los Nueve Fundadores: Hugo de Payens, Godofredo de Saint-Omer, Godofredo de Bisol, Payen de Montdidier, André de Montbard, Arcimbaldo de Saint-Amand, Hugo Rigaud y Gondemaro Rolando

Desde la creación de la Orden hasta su disolución en 1307, fueron Grandes Maestres del Temple:

La Octava Cruzada

Entre los años 1265 y 1268, los egipcios mamelucos conquistaron una serie de territorios cristianos en el litoral de Palestina y del Líbano, como Haifa o Antioquía, además de Galilea y de Armenia. El Oriente Medio vivía una época de anarquía entre las órdenes religiosas que deberían defenderlo, así como entre comerciantes genoveses y venecianos. El rey de Francia Luis IX (San Luis), retomó entonces el espíritu de las cruzadas y lanzó una nueva iniciativa armada, la Octava Cruzada, en 1270, aunque sin gran repercusión en Europa. Los objetivos eran ahora diferentes de los proyectos anteriores: geográficamente, el teatro de operaciones no era el Levante si no Túnez, y el propósito más que militar, era la conversión del emir de la misma ciudad norteafricana.

La Séptima Cruzada

La Séptima Cruzada fue liderada por Luis IX de Francia entre 1248 y 1254. En 1244 los musulmanes retomaron Jerusalén tras la tregua de diez años que siguió a la Sexta Cruzada. Este hecho no supuso el gran impacto que en ocasiones anteriores, debido a que Occidente ya había visto como Jerusalén cambiaba de manos en diversas ocasiones.

La Sexta Cruzada

La Sexta Cruzada comenzó en 1228, tan sólo siete años después del fracaso de la Quinta Cruzada, y fue un nuevo intento de recuperar Jerusalén.

El emperador Federico II había intervenido en la Quinta Cruzada, enviando tropas alemanas, pero sin llegar a liderarlas personalmente, pues necesitaba consolidar su posición en Alemania e Italia antes de embarcarse en una aventura como la Cruzada. No obstante, prometió tomar la cruz después de su coronación como emperador en 1220 por el Papa Honorio III.

La Quinta Cruzada


Andrés II de Hungría

La Quinta Cruzada, entre 1217 y 1221 d.C., fue un intento de retomar Jerusalén y el resto de Tierra Santa derrotando en primer lugar al poderoso estado Ayubí de Egipto. Los ejércitos cruzados estaban compuestos por las enormes fuerzas militares del rey Andrés II de Hungría y por los batallones del príncipe austríaco Leopoldo IV de Austria.

A consecuencia de varias guerras entre el Reino de Hungría y el Imperio Bizantino, el trato final de paz establecido incluyó que el joven principe Béla, el hermano menor del rey Esteban III de Hungría se criase en al corte del emperador Manuel I Comneno. Educado en Bizancio, el jóven príncipe regresó a Hungría tras la muerte de su hermano mayor para ocupar el trono como Béla III de Hungría en el 1173.

La Cuarta Cruzada

La Cuarta Cruzada, entre 1202 y 1204 d.C, fue organizada para reconquistar Tierra Santa, pero varió su rumbo terminando con la conquista y el saqueo de Constantinopla, capital del Imperio Bizantino.

La Tercera Cruzada no había logrado recuperar Jerusalén, que continuaba bajo dominio musulmán. El tratado que Ricardo “Corazón de León” y Saladino habían firmado en 1192 dejaba en poder de los cristianos sólo una estrecha franja costera desde Tiro hasta Jaffa, aunque aseguraba la seguridad de los peregrinos cristianos que viajasen a Jerusalén.

El Papa Inocencio III, deseoso de establecer la autoridad de la Santa Sede en todo el orbe cristiano, tenía un gran interés por los asuntos de los estados cristianos de Oriente.

La Tercera Cruzada

La Tercera Cruzada fue un intento europeo de recuperar Tierra Santa del poder de Saladino. Se llevó a cabo entre 1189 y 1192 d.C. Es conocida también como la Cruzada de los Reyes.

Tras el fracaso de la Segunda Cruzada, Nur ad-Din se hizo con el control de Damasco y unificó Siria. Con la finalidad de extender su poder, Nur ad-Din puso los ojos en la dinastía fatimí de Egipto. En 1163, su general de más confianza, Shirkuh, emprendió una expedición militar hacia el Nilo. Acompañaba al general su joven sobrino, Saladino.
Cuando las tropas de Shirkuh acamparon frente a El Cairo, el sultán de Egipto, Shawar pidió ayuda al rey Amalarico I de Jerusalén. En respuesta, Amalarico envió un ejército a Egipto y atacó las tropas de Shirkuh en Bilbeis, en 1164.

La Segunda Cruzada

La Segunda Cruzada fue la segunda gran campaña militar de una serie de campañas denominadas en su conjunto como Las Cruzadas y que, durante los siglos XII y XIII, partieron desde Europa occidental hacia Oriente Medio, con el fin de conquistar Tierra Santa y en particular la ciudad de Jerusalén, que se encontraban en manos musulmanas desde el siglo VII.

Tras la Primera Cruzada se establecieron tres estados cruzados en oriente: el Reino de Jerusalén, el Principado de Antioquía y el Condado de Edesa. Un cuarto estado, el condado de Trípoli se creó en 1109.

La Primera Cruzada

Las Cruzadas Orientales se libraron durante un período de casi 200 años, entre 1095 y 1291, con el objetivo específico de restablecer el control cristiano de Tierra Santa.

En marzo de 1095, el Emperador bizantino Alejo I envió mensajeros al Concilio de Piacenza para solicitar al papa Urbano II ayuda frente a los turcos. La solicitud encontró con una respuesta favorable de Urbano, que esperaba reparar el Gran Cisma de Oriente y Occidente y reunificar a la Iglesia bajo el mando del papado mediante la ayuda a las iglesias orientales en un momento de necesidad.

Las Cruzadas

Origen
Desde la Edad Media el significado de la palabra cruzada se utilizó para incluir a todas las guerras emprendidas en cumplimiento de un voto y dirigidas contra infieles, por ejemplo, contra musulmanes, paganos, herejes, o aquellos bajo edicto de excomunión.

Sin embargo, utilizada con un criterio estricto, la idea de la cruzada corresponde a una concepción política que se dio sólo en la Cristiandad del siglo XI al XV; suponía una unión de todos los pueblos y soberanos bajo la dirección de los papas. Todas las cruzadas se anunciaron por la predicación. Después de pronunciar un voto solemne, cada guerrero recibía una cruz de las manos del Papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como un soldado de la Iglesia. A los cruzados también se les concedían indulgencias y privilegios temporales, tales como exención de la jurisdicción civil, inviolabilidad de personas o tierras, etc.

De todas esas guerras emprendidas en nombre de la Cristiandad, las más importantes fueron las Cruzadas Orientales, con el objetivo específico de restablecer el control cristiano de Tierra Santa, que se libraron durante un período de casi 200 años, entre 1095 y 1291.

Motivos
Aparte de la recuperación de los Santos Lugares, con su clara connotación religiosa, los Papas vieron las Cruzadas como un instrumento de ensamblaje espiritual que superase las tensiones entre Roma y Constantinopla, que además elevaría su prestigio en la lucha contra los emperadores germanos, afianzando su poder sobre los poderes laicos. También como un medio de desviar la guerra endémica entre los señores cristianos hacia una causa justa que pudiera ser común a todos ellos, la lucha contra el infiel.