Polis era la denominación dada a las ciudades estado de la antigua Grecia, surgidas desde alrededor del año 1.000 aC. hasta la dominación romana. Polis se denominaba a la ciudad y al territorio que ella reclamaba para sí. Tenían un gran nivel de autocracia, lo que les garantizaba libertad, autonomía política y económica. No existía oposición entre lo urbano y lo rural, ni existían relaciones de dependencia; muchos residentes urbanos vivían de las rentas del campo, al igual que la gran mayoría de los aristócratas.
El centro político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, donde se encontraba el templo, la gerusía (consejo de gobierno), el ágora y los edificos civiles. El ágora era la plaza pública y mercado permanente. Rodeaba a la ciudad un anillo rural, en donde se cultivaba lo necesario para la supervivencia de la polis.
Las polis griegas eran ciudades estado totalmente independientes. Tras la desaparición de la civilización micénica los griegos formaron pequeñas comunidades, que evolucionaron en el siglo VIII aC, y se convirtieron en ciudades. Estas ciudades se conocieron con el nombre de "ciudades estado" o polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios (Mesopotamia, Egipto, Persia), que estaban organizadas alrededor del palacio real y del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora, un espacio abierto donde los ciudadanos acudían para comerciar y para intercambiar ideas. En el ágora tiene lugar la vida política de la polis, y en ella surge también la filosofía griega.
Las Polis (Ciudades) Griegas |
El centro político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, donde se encontraba el templo, la gerusía (consejo de gobierno), el ágora y los edificos civiles. El ágora era la plaza pública y mercado permanente. Rodeaba a la ciudad un anillo rural, en donde se cultivaba lo necesario para la supervivencia de la polis.
Las polis griegas eran ciudades estado totalmente independientes. Tras la desaparición de la civilización micénica los griegos formaron pequeñas comunidades, que evolucionaron en el siglo VIII aC, y se convirtieron en ciudades. Estas ciudades se conocieron con el nombre de "ciudades estado" o polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios (Mesopotamia, Egipto, Persia), que estaban organizadas alrededor del palacio real y del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora, un espacio abierto donde los ciudadanos acudían para comerciar y para intercambiar ideas. En el ágora tiene lugar la vida política de la polis, y en ella surge también la filosofía griega.